martes, 23 de junio de 2009

la gorda volvió a las máquinas

Esa soy yo. Dios, el espejo del gimnasio no perdona. Igual, me puse las pilas. Dejé al beboncho durmiendo y me fui al club sola por primera vez en muuuuuuchos meses. Remera violeta, calzas negras, mis zapas que ya piden piedad y el ipod. Bailé como una sacada arriba de una máquina nueva que simula esquiar. Hice cuarenta minutos (grossa) más trece de caminadora mientras esperaba. Intenté, antes, entrar a una clase de zumba pero odio a esa profesora. Además, verte lo obesa que sos durante una hora es demasiado.

Tal vez al rato salga a caminar con Milo. Skypié con Lean que cuidaba a Rita y me dan más ganas todavía de ir en agosto. Aunque sé que no da. Parece que LA reflotó, mañana vamos a la embajada a hacerle la visa. Igual y sí.

En fin.
Me voy a bañar y a leer el mamotreto que me espera.

Así de martes las cosas.

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