Y esto recién empieza. Me desperté mil veces a la noche, Milo no descansa bien y yo con él. No sé bien ni qué pasa ni a qué hora me levanto ni le doy de comer ni nada, soy una piltrafa que no sabe ni qué hace. Me levanté para vestir a Tita, terminar lunch de Coco, desayunar en familia y volví a la cama dejando al bebé al cuidado de Jose (claro que cuando yo no estoy cerca duerme como un duque). Ahora, igual, está en el huevo, a mis pies mientras laburo. Qué cansancio, de verdad no me gusta quejarme de estas cosas pero se va acumulando y uno ya no sabe ni dónde está parado. Y mucho para leer. Mucho. Quiero tener un trabajo mejor redituado, esta subocupación me está agotando también. Mucho esfuerzo para poco rendimiento económico. Qué paja.
Tengo que ir a Costco (mañana se me vence la membresía), tengo que comprar el regalo del día del padre (lo festejamos el domingo), tengo que comprar regalos varios de cumpleaños y no me da ni la cabeza ni el cuerpo.
En fin. Sigo leyendo.
Así de pasadas las cosas.
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