sábado, 26 de junio de 2010

asombroso

Marido es excesivamente multitasking. Mientras yo pelotudeaba (bueh, buscaba casas por internet con un poco más de éxito que otras veces y me doy cuenta de que tenemos pretensiones a las que no podemos acceder), él se cortaba el pelo en el jardín. Con su máquina de siempre y el espejo que descolgó del toilette, se hizo su corte canchero. Yo dudé. Dude de raparme a los costados pero entre todos consensuamos que mejor no, es un buen corte para otra cara. Llegó Xime y marido se ofreció a hacer galletas para entretener a hija. También hicieron licuado de banana que pusieron en los vasos acordes (como de malteada de merendero) con popote (pajita aka sorbete). Las mejores galletas con chips de chocolate del mundo. Perfectas, incluían polvo de almendras y una textura ideal. No dejo de sorprenderme. El pibe, loco, es como alguien a quien las cosas le salen bien. A mí no, obvio. Y no es que me cueste eh, es que, bueno, soy una pajera.
Mi casa es fea pero grande, luminosa y alegre. Me gusta que venga gente. Que haya música y que invite a quedarse. Igual, soy un hongo. Quiero brillo (como bien dice Miranda), quiero una trascendencia. Algo más. ¿Por qué no puedo ser feliz con lo que tengo, que es mucho? Fue la pregunta de la semana. Me encantaría que no haya agujero. Que sea suficiente. Pero no. Nunca. Ya sé lo del motor, el deseo, etcétera etcétera. Pero me la pela. Yo quiero estar tranquila, sentir que ya está. Que está bien.
En fin. La conclusión es: eso no existe. Y marido es grosso. Muy. Soy afortunada. Ahora hermi, marido e hija están en la mesa del comerdor, laburando (los mayores, obvio). Se hace de noche, tarde, porque aunque no se note es verano. El bebé está en la cuna, Simón tiene que volver de lo de Dante, Xime se fue hace un rato y no hay mayores planes. Pelotudié todo el fuckin día. Tengo master en perder el tiempo. Ser productiva no es mi skill más desarrollado, ni mucho menos.

Debería estar haciéndole leche tibia con miel y alcohol a marido pero se lo está auto produciendo. ¿Película, documental? Mañana partido. Asado de petit comité en casa.

Buenos Aires es lejos.

¿Por qué a mí no vienen a decirme vení, tengo esto para vos, sos perfecta? Creo que: todo no se puede.
Así la vida, chicos.

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