miércoles, 2 de junio de 2010

El abuelo David había nacido en Kiev. El 17 de junio cumplía 90 años.

Era judío sí, como toda mi familia y en el cementerio de Liniers será enterrado. Pero no practicaba desde los 13. Mi familia era de izquierda, socialista. Sionista sí, porque para un judío (que además fue perseguido) no hay nada mejor que otro judío y que el Estado de Israel para refugiarse si es necesario.

Estaba naturalizado y todas las mañanas, desde siempre, tomaba mate en la cama. Mis papás no toman mate. Mi marido sí.

Yo soy 100% judía. Los únicos parientes medio judíos que tengo son mis 3 hijos. Claro que no es poco. Supongo que mañana hablará un rabino. Sólo fui al entierro de mi abuela y al mes de mi amigo Ezequiel cuando teníamos 18.

Gracias a todos eh, de verdad. Por los comments y los mails. Es medio de huevona ponerse mal por un abuel a mi edad pero bueno, ya dije todo antes.

Así las cosas.

4 comentarios:

La campeona de nado dijo...

Juli,ponerse mal por la muerte de un abuelo no es de huevona!
Te mando un abrazo fuerte.

estudiante crónica dijo...

Un abrazo

Bolchevique Superstar dijo...

Ni huevona ni nada. Yo me puse bastante mal también. Hoy vi a tu familia que hace mucho que veía.

Lo que me viene a la mente es aquello que escribí por ahí: jugar al dominó y bajar la loma de Pinamar gritando: Daviiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiid.

Un abrazo grande, Ionathan

Paula Mariasch dijo...

love u, amiga.