jueves, 24 de junio de 2010

Ramon/a

Mocos en la nariz, en la cabeza, mareo. A las tres le hice una mema al bebé y pensé que iba a rodar por las escaleras a causa del mareo. A las seis cuarenta le pedí a mareo que se encargara él de Coco. Tita también se levantó temprano y entre sueños escucho que el nuevo hamster se había escapado de la jaula. Está en duda su sexo. Es feo, largo, amarronado, grandote y con demasiada cara de ratón. No gusta. La tortuga, Clarita, también se murió durante la estadia en lo de Mery pero a ella la reemplazó sin levantar la perdiz. La cuestión es que Ramón (a) andaba dando vueltas por la cocina hasta que lo recuperaron y volvió a su jaula flúo. El tema es que Antonio era divino, peludito, gris, simpático. Dudo de poder encariñarme con este bicho.

Es feo sentirse mal. No voy a ir al gym, no da. Malísimo. Necesito el deporte.
Ayer merendé con Pau e Ile.
Marido abusa de mi buena voluntad matutina.
Escuchamos Pequeno Cidadao mientras desayunábamos. Yo bailo. Ahora bajé Luz negra de Fernanda Takai. Marido todavía compra discos, se proveyó de bastantes en su paso por Sao Paulo. Copados.
Tenía un montón de cosas para decir y ahora me las olvidé. Qué cero puedo ser.
En fin. Son los mocos.
Así las cosas.

Ah, escuchenla...es muy linda.

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