sábado, 6 de junio de 2009

música, una coincidencia, un día largo

Estoy en el living, Diego al lado mío baja música de los discos a su compu, está feliz con un aparatito nuevo que se compró que logra que la compu y el equipo de música estén conectados sin cables (no me llevo muy bien con la tecno, sorry). Flaming lips, Melero, New order, Peter Gabriel, Pixies, Tribalistas, Dido, Café Tacuba, Duran Duran, Árbol, Belle & Sebastianl, Jamiroquai y un ecléctico etcétera que deja muy en evidencia que tenemos más de treinta. Camilo duerme también acá abajo, no está del todo plácido, tuvo una tarde pésima (no sé si culpa de la lechuga y el tomate y cebolla que muy equivocadamente ingerí en la comida), lloró ininterrumpidamente por demasiadas horas, el pobre. Hicimos un asado improvisado que surgió en el club, justo ayer le dije a Die que quería volver a los eventos en casa, después del excursus por el embarazo, tengo ganas de volver a la casa viva, llena de gente. Ya retomamos.

Mientras me bañaba pensaba en mi forma de leer, las lecturas para el futuro y, casualmente, justo antes de postear sobre esto leí algo relativo en tomashotel. Yo leo mucho desde siempre, tengo épocas en las que no me da la cabeza, presumo que la maternidad múltiple tiene bastante que ver, y no encaro nada pero es por períodos relativamente cortos. Hace un par de años dejé de sentir la necesidad de terminar los libros, si no me da, los dejo, excepto para el trabajo. Leo un poco de todo pero gana la literatura contemporánea y, en muchos casos, argentina. De todas maneras, también mientras me bañaba pensé que de ahora en más sólo debería leer biografías, no soy muy precisa para cumplir cometidos pero puede que lo intente. Me da pena la gente a la que no le gusta leer, fue, es y será uno de mis refugios predilectos. Intento inculcarles el hábito a mis hijos y creo que voy bastante bien aunque últimamente ando desganada y con poca energía para insistir en la lectura, Simón ya lo tiene incorporado pero temo que a Roberta le importen más la moda y la tele que los libros. No hay nada mejor que sentir que no podés parar, que te morís del sueño o te tenés que ir pero estás atrapado. No me gusta leer con música y tampoco me gusta mucho leer rodeada de gente, la lectura es un acto íntimo y que requiere silencio. Como ya dije no le tengo particular apego a los libros y me gusta que alguien más disfrute de los que tengo...En fin. Reflexiones. Deseos. Propósitos.

Y un buen día de sol, deporte, hijos, amigos y asado.

Así de gratas y lectoras las cosas.

1 comentario:

Vinilos Ink dijo...

Hola Julieta, sigo tu blog sin hacer comentarios pero hoy me animo porque acabo de comprar la revista Holalá y ahí estás! te reconocí al instante contado tu parto en medio de la pandemia.
Me encantó la nota y las fotos.
felicitaciones
cariños