lunes, 7 de febrero de 2011

con dolor de todo

Bailé. Bailé mucho y cualquier cosa. Tan cualquier cosa que estoy diciendo que bailé un tema que decía: De reversa, mami. Y moví el orto al ritmo de esa basura. Me levanté pensando que cuando tomo algo (me serví dos vasos de Coca con ron y sí, en ese orden) toco mucho a la gente cuando le hablo. Por suerte solo estuve con marido, Pau, Jorge y algún chileno que se nos acercó. A marido le gusta pensar que alguien más me desea. Me da ternura. Me divertí, le pongo garra, hacía frío, los djs no tenían más de 17, era afuera, en un jardín divino, con una fogata en el centro. Los A y nosotros nos produjimos más que la media: un cualquierismo. Ni que hablar que marido y yo siempre desentonamos, ayer también pero por exceso en lugar de por defecto. Nos acostamos a las 2am, ooohhhhhhh, qué tardismo. Lloré cuando los despedidos hablaron después del video de rigor. Yo lloro mucho con esas cosas pero soy incapaz de hacer un PP con fotos y música, incapaz de toda incapacidad. Me coparía ser distinta pero no me sale, la sensiblería no se me da...ni un poco. Pero llorar te lloro todo y siempre. No caigo mucho que Pau no va a estar más porque todavía está. Entonces no tenemos real conciencia de que esto se va a acabar. Nos reímos, con Giorgio nos reímos, marido estaba más parado, no te baila reggeton y esas porquerías. Es como Fer, Fer no te baila gronchadas. Yo tengo días. Ayer era un día de blandismo sin fronteras. Me entregué. Y el alcohol ayuda, siempre.

Bueno, me tengo que ir a bañar para salir con marido a comprar regalo de Tita y otras pavadas por la zona. Queríamos ir al Palacio de Bellas Artes o al Museo de Trostky pero es lunes y está todo cerrado aunque es feriado.

En fin, activo.
Tengo delay en todo todo pero ni modo.
Así las cosas.

No hay comentarios.: