lunes, 14 de febrero de 2011

Sobre el amor a pesar de...

No me enamoré de esta forma irrevocable en el primer momento. Ya lo dijimos: el enamoramientos es intenso, inigualable, hermoso e invivible. El amor es otra cosa aunque solidario,  toma ese principio como ancla, como piedra fundacional a la cual volver. Pero hablamos de amor, de eso que viene después, de sentir que (y me permito caer en una fosa común) los dos juntos formamos algo más que la suma de las partes. Es trascender. Y no fue la noche que nos conocimos ni los meses subsiguientes sino muchos años después, un día cualquiera, en el que decidí o sentí o me di cuenta -hay explicaciones inhallables- que quería pasar el resto de mi vida así. No fue porque teníamos hijos ni por miedo ni porque ya estaba acostumbrada fue, y esto es lo inequívoco, porque ya no soy yo sin él. O no, mejor, porque no sé quién soy sin él. Y si me preguntás qué es el amor te contesto eso.

"El amor es así, lo sé, es como tocar el cielo..."



Bueh, en otro orden de cosas (pero del mismo ámbito) justo cuando iba a sesión pasaron en la radio Morrisey de Leo García, el tema que bailaba descontrolada cuando conocí a marido. De hecho intentó que viniera a tocar a nuestra boda pero no recuerdo qué pasó (puede que solo haya tenido la intención). Subí el volumen y canté a voz en cuello mientras manejaba. Felicidad.
Y después, terminé mi terapia por ahora. Fue una sugerencia mía y a mi nopsico le pareció genial. No hay que enrular lo que uno logró alaciar con tanto esfuerzo. Yo podría analizarme unas cuantas veces por semana, eternamente. Mi padre lo hico durante veinte años pero creo que, a la luz de los hechos, es mejor abstenerse. Queda la puerta abierta, mi neurosis clamará por ayuda probablemente antes de lo que pueda querer pero por ahora lo dejamos ahí...soy contenta con todo lo que esto implica, con todas las comillas, los reparos y las imposibilidades naturales. Pero soy lo suficientemente contenta y tranquila para poder seguir sola. Guau, qué efectivité.

Bueno, guys. Voy a leer cuento. Esta mañana ordené juguetes, regalé muchos pero muchos libros. Libros infantiles. Quedaron los mínimos indispensables. En la vida hay que saber desprenderse. Siempre.

En fin.
Así las cosas.
Mezcladas.

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