martes, 22 de febrero de 2011

explicame este calor, papá...

Ya no es que no hace frío. Hace calor. La primavera significa el sol pegando duro desde las 10am hasta eso de las 4pm. Está bueno. Y a la noche la temperatura es perfecta para dormir bien. Pasa tan poco. Y a la vez está tan bueno no sufrir. Aunque...de repente se me cruza un pensamiento y no puedo parar. Igual lo dejé a tiempo, antes de que se volviera obsesión. Llamé a marido para comentarle pero tiene el celu apagado (eso es mortal) porque graba programa con Santaolalla (yo gustaba mucho de llamarlo Santa la olla, lo que me sigue pareciendo una genialidad). Milo llora sin parar, se siente pésimo. Pobre. Esperé a Pau en la vereda enfrente del club para darle la sillita de niños que necesitaba pero no pudo salir a Interlomas. Entonces fui a cargar gas (mi auto está sucio como nunca vi que estuviera un coche, un ASCO) y después al super a comprar algo para que comamos todos y a pagar la luz. Como soy una cerda sin control y encima estoy indispuesta, no pude con la tentación de agarrar una bandejita de sushi (es muuyyy barato) y comerme unas piezas así, de parada, después de que me había tomado un capu frío (eso sí: light). Soy lo peor, lo sé. Compré arrachera, un puré instantáneo (es la primera vez en mi vida que compro uno), una sprite cero, cigas y otros capus light más. Pasé a buscar mi vestido por la tintorería. Las últimas dos veces que lo usé lo tuve que mandar a limpiar. Tengo 5 años: me mancho. Pero antes de todo esto me bajé del coche dejándolo encendido. Pasa cuando estoy distraída aunque ni siquiera sé bien con qué. Son unos días de vacaciones. No tengo trabajo hasta el jueves. Está bien: es la semana para despedir a Pau. Está bueno, me siento relajada aunque NO SÉ POR QUÉ no me están llamando de muchas revistas para que escriba. Me parece cualquiera.

Bueno, llegó Pau. En un rato llegan los chicos y comeremos todos juntos. Me gusta la comunidad aunque sea un delirio.

En fin.
Así de nada las cosas.

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