hoy, tirada en la frazada en el pasto de la plaza, miraba a dos chicos jugar al fútbol. entonces, tuve un momento epifánico y concluí que yo, en el juego de la vida, soy arquera.
no corren, no toman la iniciativa, no atacan pero están ahí, al pie del cañon, defendiendo el territorio con una pasividad expectante.
no, obvio que no me enorgullecí de mí misma.
pero no creo que me vuelva volante goleador, no me da el pinet.
1 comentario:
JB,
No entiendo por qué ser arquero es patético. Cada uno a su lugar, es un juego de equipo.
Atte.
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