martes, 3 de marzo de 2009

resoluciones

Ayer me di cuenta de lo obvio: tengo que tener un diario en papel. Lo voy a poner en práctica, en cuanto logre vencer la inercia. La inercia me gana siempre. Empecé a coser la toalla de bebé que íbamos a hacer con Xime. Ella está a mil y yo al pedo. Será para el bebé pero...intenté coserla cinco veces, la cosí y descosí una y otra vez, me queda como el culo. Decidí subirla a mi cuarto y resolver qué hago, el punto atrás de un lado queda más o menos digno y del otro, impresentable. También pienso en escribir pero ni siquiera abro el word. Mando mails para artículos pero no soy la persona en el mundo a la que más le responden. También pensé en hacer pan pero después me veo amasando, con la panzota de casi siete meses y desisto. Tengo tres novelas en mi haber. Soy mano de obra barata y que hace el trabajo más bajo dentro de la cadena. Pero me gusta. El jueves vienen a limpiar las alfombras. Un tick.

¿Qué lugar tiene el bebé? No lo sé. Todavía no lo vislumbro. Tres hijos me resulta impensable. Sólo espero revertir cuando nazca. Si no, Houston we are in trouble.

Mañana súper. Buscar pantalón de Simi (no olvidarse, urgente). Y cosas así.

Estoy agotada y ya tengo que volver a irme.

Mmmmmmmmm.

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