lunes, 31 de enero de 2011

Empecé a sentirme mal muy mal antes de acostarme, dejamos la peli de Woody Allen para hoy o para cuando sea, marido me convidó un poco de su agua y tomé un Tylenol, cosa que no hago al menos de estar, de verdad, hecha mierda. Tuve pesadillas horribles. Una era que íbamos a un asado y nos daban de comer carne humana. Quería dejar de soñar y no podía, cerraba los ojos y la imagen volvía. Después soñé o sentí que la realidad se borraba. No puedo describirlo bien pero sí, se borraba o se deshacía. Todo muy complejo y angustiante. A las 2.30am Milo se despertó pidiendo leche, tiene un retroceso terrible y lo peor es no sólo que yo bajo a hacérsela sino que en el camino como lo que encuentro cual una bulímica cualquiera (pero sin vomitar lo que convierte a todo el asunto en un atracón patético). No sé qué me pasa: no soy yo cuando devoro.

Por lo demás, sigo en camisón, Milo decidió que ya quería dormir la siesta y se auto acuesta. Es un genio. Luzma tenía que hacer trámites, avisó que llegaba tarde lo que no sé es cuán tarde llegará. No me importa: el que avisa no traiciona.

Siento este amor apabullante por marido que no se va, una ráfaga particular, quiero tenerlo cerca aunque de repente patina y me maltrata como ayer a la noche que un comentario cualquiera, banal, se lo toma como el orto.  Cosas, claro. Cosas sin mayor importancia. 

Ya a la mañana le digo a marido: qué lindo es coger, ¿no? Y me responde: sos un animalito de la pradera, que va corriendo por ahí.

Es cierto: soy básica. Es lo que hay.

Estoy cuasi preocupada por el amor inmenso e incondicional, sin enojo, que le prodigo a mi hijo menor. Es entendible que los otros puedan estar celosos: me derrito. Igual la piloteo, eh.



Me volvió la sensación de gap entre la propia percepción y la del otro. Siento, últimamente, que no entiendo nada sobre un montón de cosas pero principalmente sobre relaciones humanas. Son momentos. Supongo que todos somos contradictorios y cambiantes y que los momentos epifánicos son sobre una foto, la comprensión del instante y la incomprensión permanente. Tampoco tiene mayor importancia.

Bueno, chicos. Work time.

Así las cosas!
Alegres.

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