jueves, 20 de enero de 2011

mocos, bajón, distancia, nada tiene sentido

Si chocás la camioneta de tus amigos (es verdad, la de ambos tiene problemas de visibilidad en cuanto al espejo retrovisor: no funca), si te apagás la luz a las 8.05pm porque no hay internet y no podés mirar el cap de Californication y hace semanas que no podés leer y sólo querés dormir pero a las 9 te levantás (te habías dormido, eh) a comer tarta de atún como una bulímica posesa, parada en la cocina, helándote para volver a la cama y dormirte profundamente hasta que tu hijo menor llora y llora sin parar unas cuantas veces y te preguntás por qué te pasa esto y en el pecho la opresión constante excepto cuando estás con gente que no es producto de tu útero, entonces seguramente estés con una depresión galopante y necesites fármacos. Creo que quiero caer. Drogame legalmente porque perdí las ganas de todo.

No quiero vivir en esta ciudad. Pero tampoco quiero estar lejos de marido.

Mis problemas son irresolubles y como bien sabemos, nimios y banales.

Pero la vida apesta igual.

En fin.
Así las cosas.

1 comentario:

libre dijo...

cuando estas asi lo mejor es pedir ayuda.
un abrazo