lunes, 3 de enero de 2011

ya casi yéndome

Marido me deja sin carreola porque se lleva el auto de madre con el elemento en el baúl. Me despierta sentimientos asesinos. Salimos y caminamos los cuatro. Milo de la mano después de un pequenio escándalo en busca de libertad. Fuimos a La Barca pero no tenían todo lo que buscaba, sólo compré un regalito para Miranda que hoy es el cumple. Después vinimos a lo de madre. Los ninios van a comer y después nos vamos a lo de la abuela Eugenia (99)...

Tuve que dejar acá, darle de comer a los chicos, ir a lo de la abuela, comer después con hermana mayor, tía, prima, hijos, sobrina, pasó padre a buscarme y así todo. Es cualquiera. No tengo tiempo de hacer nada real. Y ya me estoy yendo. No lo puedo creer. Es corto y largo y liviano y pesado y todas las pasiones, sobre todo familiares, que se extienden en un anio para la gente normal nosotros las vivimos en menos de tres semanas. Ayer llegó mi hermich. La extranié mucho acá y lo peor es que llego y no va a estar allá. No va a ser una llegada fácil. Aunque padres vienen al toque. Marido se va mil días, hace frío, empiezan las clases. Aunque reconozco que extranio una vida normal.

Pienso muchas cosas sobre los argentinos y después me las olvido. Hablan mucho sobre todo. Meta situación o no, le dan al blah blah sin parar. La pasé muy bien, me divertí sanamente, fue un diciembre de amigas como dijo mi marido. El findex fue super familiar. Solos en el country con los kinder, mis hijos, mis padres. Cena con amigos de mis padres el sábado. Bah, asado hecho por marido.

Ganas de vivir acá, sí. Aunque sé que esta es una ciudad que ya no conozco. No extranio el lugar del que me fui, de hecho, fueron pocos los momentos en los que la pasé bien acá, Buenos Aires sabemos que me mata por diversos y múltiples motivos pero no deja de ser al único lugar que tengo para irme. En México aprendí a ser feliz. Así de espantoso como suena. Soy una persona contenta, alegre, pilas y optimista y es en gran parte por vivir ahí. Posta. Me voy contenta. Y quiero volverme. Aunque vuelva a sufrir. Sé lo que hay y con quién sí y con quien no. La vida es dinámica y aprender a dejar ir es groso y re da. Bueno, tengo que irme. No me concentro. Y tengo que sacarme el esmalte y volverme a pintar. Hoy dejé los vestiditos y me puse short y "blusa". Este viaje me vestí como chica buena y tuve aura de chica buena. Me cabe.

En fin, chicos.
Así las cosas.

2 comentarios:

inés dijo...

¿perdón? cuando te vi en la calle bulnes no parecías chica buena!!!
tenías una remera amarilla y jeans ajustados! o sea, ni remerita, ni short ni blusa! me gustó tu estilo.

Nicolas dijo...

volveee..! que mexico te espera...!
alucinantes tus relatos..! (de un argentino -autoexiliado- a otro argentino).
y muy buenos los tips de lugares en mexico para mis amigos y flia que viene de visita. Ya vuélvete que quieren mas y a mi me da flojera escribir un blog...!