jueves, 20 de enero de 2011

entre buscar y buscar

No importa que no vaya a ver a NADIE, yo me visto. No puedo andar ni en calzas ni en jogging, no me sale, no soy yo. Ahora por ej tengo puestos unos tacos altísimos, un jean, remera, sueter, tapado, anillo y mi única actividad del día fue ir al sauna (sigo con mocos horribles y se me sumó una contractura cervical que me está haciendo ver las estrellas) y llevar a los chicos a tenis y después a Coco a piano y ahora YA, irlo a buscar. Ridículo. Fuimos con Milo al club, sacó y puso pelotas, charló con una nena de su edad, subió y bajó y se ensució todas las manos y gritó Tita y Coco (así le dice a los hermanos) a voz en cuello. Ahora están en el parque con Luzma. Me entrego: eso hago. Pienso: son unos años. Ayer, mientras Xime hacía lo mismo de piano pero con sus hijas, fumando y armando rompecabezas, le expliqué que siempre existió esa tensión en mí de no estar haciendo lo correcto. O estaba trabajando en lugar de estar en la facultad o estaba siendo madre en lugar de desarrollarme profesionalmente. Así como no puedo ser sólo madre tampoco aguanto dejarlos. Es la realidad. Entonces, dear, entregate, me digo. Pero eso, al menos siendo yo, no es nada fácil. Xime dice que es culpa del feminismo, sí, es cierto. Es culpa de la revolución industrial, en realidad, que puso a las mujeres a trabajar. Y también es cierto que somos las propias mujeres las que miramos mal a una mujer si sólo es madre o si labura todo el día.

Supongo que hay gente que la lleva mejor. A mí me resulta un problema un poco irresoluble. Dirás: el suburbio no ayuda. No y sí, claro. Porque también acá tienen aire libre, no miran tele, no tengo que generarles programa ni actividad todo el tiempo. Todo tiene sus pros & cons. Ni modo.

Por lo demas...nada, para variar. Se me disipó la angus. No estuve nada productiva pero no lo sufrí. Quisiera que marido ya estuviera acá. Hoy voy a volver a meterme en la cama a las 8pm siendo jueves. No, una vez más tengo que decir que NO tengo programa. Algo increíble, sí, para mí también. Pero de todas maneras a mi favor puedo decir que mis ganas de salir son nulas. Estoy cansada, duermo mal hace semanas. Y no te lo digo de consuelo, es verdad aunque es triste que nadie nunca te llame para hacer nada nocturno (qué onda?!?!?!).

Bueno, ya es hora casi de volver a salir, de volver a cruzar interlomas y la clase duró nada. Un delirio.

Así las cosas chicos.
La vida que sigue, queramos o no.

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