lunes, 30 de marzo de 2009

mi gran baby shower mexicano

Nunca hubiera pensado que un baby shower podía estar tan bueno. De hecho, no es una costumbre a la que estemos habituados en el sur, ni mucho menos, y hasta ayer pensaba que era medio una pelotudez. Pero me encantó (o estoy vieja y pelotuda o son las hormonas o me estoy poniendo cursi sólo porque sí). Las chicas armaron todo en un toque, todas llevaron comida y regalos. Los abrí uno a uno, emocionada y además de que todos estaban buenísimos, no se repitieron. Recibí una mantita de algodón, una toallita, un conejo cuelga chupones, pañales RN, un conjunto de ropa para dentro de unos meses, unas mamilas y una cajita llena de medias cancheras. Además, una caja de recuerdos de época para que el bebé sepa en qué andaba el mundo cuando nació. Todo divino. Hoy tengo uno plazuelístico que me armó Lisa, buena onda la verdad.

Fue un muy buen finde, me dejó medio de cama (hoy tuve que hacer una siesta mañanera porque no podía arrancar) pero la pasé súper y hormonal o no, siempre es lindo sentirse querida.

En fin, así de sentimentaloides las cosas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bueno! yo estoy pensando buenas excusas para negarme al baby shower que me quiere organizar mi cuñada pero después de leer tu post tal vez me entregue a la situación y en una de esas hasta lo paso bien.

la cronista

Silvana dijo...

No está nada mal para un lunes ;o)
Besos

Tania dijo...

Eso es lo dulce de los baby shower, que una pasa a ser el centro de todas las atenciones (aunque todos los regalos suelen ser para el bebé). Ya luego que nacen una se convierte en "la mamá de _____". Por cierto ¿ya eligieron nombre? A mí me pasó que hasta que vi la cara de mis hijos decidí sus nombres. Pero claro que ya llevaba dos o tres opciones al quirófano...

Un abrazo para estas últimas semanas de embarazo.