lunes, 12 de octubre de 2009

la alemana y yo

El viernes conocí a una alemana en la plaza. Pobre. Yo salí con los chicos y también salieron Feli y Juana bajo mi cuidado. Estaba buscando algo en una revista, un mail creo y veo a una chica linda, semi canchera con un labrador oscuro y una nena como de dos años y medio, hermosa. El perro era cachorro y todos los niños a mi cargo estaban muy emocionados. La saludé, me saludó en su español dudoso y nos pusimos a charlar. Pobre. Llegó en abril, en el colegio Alemán no se sabe por qué no le dan lugar, no conoce a absolutamente nadie, ni alemán ni mexicano ni nada, la nena no tiene amiguitos y por eso compraron a Puma. Vivían en Polanco y se mudaron al suburbio hace unas semanas. Hablamos en inglés. Le di todos los tips que pude, mis teléfonos y me comprometí a averiguarle la dirección de la guardería a la que van todos los nenes chiquitos de la zona. Se la pedí a Pau pero, como estoy quemeitor, me la olvidé. Le acabo de mandar un mail diciéndole que en el colegio le tienen que hacer lugar (eso me dijeron lo que mandan ahí) y que en cuanto tenga la dirección, se la voy a pasar. Me dio mucha pena, me hizo acordar a mí pero su situación, por razones obvias, es mucho más desesperante. No tiene ayuda, habla castellano a duras penas y tiene una sola hija y me dio a entender que le cuesta embarazarse. Es de Hamburgo. No sé, parece que pegué una nueva amiga.

A mí las barreras lingüísticas me dan toda la fiaca pero...ni modo. Ojalá encuentre amigas alemanas.

Así de multiculturales las cosas.

2 comentarios:

GC es un grande dijo...

me dio pena...

Flor dijo...

clases de español??