miércoles, 28 de octubre de 2009

sobre el rencor y la mentira

En una conversación, por teléfono, me encuentro diciendo cosas como: dejalo ir. Suena mal, muy mal, lo sé. Pero no por eso deja de ser cierto. Me quedé pensando en mis propios dichos y accionar y concluí que soy una persona incapaz de guardar rencor. Creo que simplemente: no me interesa. De repente me enojo hasta el punto de la angustia. Le doy vueltas al asunto una y otra vez, me indigno y después, como si alguien soplara o tal vez por el paso del tiempo, chau, se fue, desapareció. Y a otra cosa. Ya ni me acuerdo. No me interesa almacenar enojo, me trae problemas gástricos y dolor de cabeza. Soy capaz de perdonar casi cualquier cosa, prefiero olvidar. Como con todo, creo que felicidad y olvido van de la mano. Qué raro. Ahora me enojo muy poco, casi nada. De vez en cuando, me enveneno con algo que me dura dos días y se me pasa. Siempre que me enojo, o casi, está relacionado con algún tipo de inseguridad propia.

También estos días volví a pensar en la mentira y de por qué no miento. Subiendo las escaleras me puse a pensar que era más interesante pensar por qué las personas sí mienten. Pero muy complejo. Yo, supongo haberlo dicho, no soporto la mentira porque pone en entredicho todo mi sistema de creencias, mi lábil sistema psíquico se basa sobre un par de certezas, la mentira para este esquema funciona como un sismo. Claro que hay un componente moral pero es más bien accesorio. No quiere decir que nunca jamás diga algo que no es totalmente cierto pero tiendo a la rigurosidad y la franqueza en todos los ámbitos. A veces enfermizamente. De hecho, podríamos decir que hasta exagero. Me sorprende y me deja mal parada la gente que miente, lo cual me convierte en una persona terriblemente crédula e inocente. Cuando decís la verdad considerás que el resto de las personas también lo hace. Ahora: me resulta mucho más fácil y natural ocultar que mentir.

Bueno, pavadas. Pavadas más, pavadas menos.

3 comentarios:

uruguaya dijo...

para explicarme, plagiaría todo tu parrafo sobre la mentira. me pinta tal cual.y bueno, parece que al menos somos dos las no mentirosas.
con el rencor me pasa igual. no es que decida por bondad o algo así, sino que la memoria del disco duro parece que no me alcanza, entonces zaz, a papelera de reciclaje.

China dijo...

Yo al contrario, soy super rencorosa, ojalá no lo fuera, se sufre tanto!

L dijo...

Ma´ que pavadas , pienso igual...
beso jb