miércoles, 21 de octubre de 2009

rapidito que no alcanza el tiempo

Me tengo que cambiar ya para ir al super con mi hijo menor, Jose apareció a la noche, la llamé y me dijo que se sentía mal desde el día anterior. Me preocupé. Le dije que cualquier cosa me avisara que la llevaba al médico. Pobre. Un poco quisiera que estuviera acá, me sentiría más tranquila. Muy sola ahí con el novio.

Mucho enojo con marido. Recién hoy a la mañana intentamos conjurar mientras comíamos tostaditas con manteca. Yo, café con leche. Ya no vomito. Nunca supe nada del médico. Tengo que comprarle remedio a Simi. Tengo que sacarle fotos a los tres para diversos trámites. Tengo, sí o sí, que laburar. Tengo que hacer compras sesudas para mi cena. Tengo que cocina para que comamos. Tengo que leer. Tengo que tener una vida. Urgentemente.

Tengo que dejar de soñar cosas deformes.

Tengo que salir un poco más (mucho). Hoy deberíamos ir a ver la de Tarantino.

Hice listita en mi moleskine. Tener buena memoria choca con usar libretitas, con lo que me gustan.

Hoy parece que no gym.
Ni modo.
Así las cosas.

1 comentario:

eli dijo...

Te entiendo taaaan bien, tengo una hija de cuatro meses y un marido que cree que es mi obligación poder con todo. Y de verdad que duro es voltear y ver que de lo que fuimos queda poco, que la individualidad se opaca por el rollo de la maternidad y el casamiento y no entienden que a veces es necesario tener aunque sea tres horas sólo para nosotras, carajo! antes de ser madres y esposas fuimos mujeres. Pero bueno no quiero alargarme, sólo ten claro que habemos varias con la misma lucha día a día. saludos.