sábado, 24 de octubre de 2009

son cerca de las diez de la mañana

Ahora un poco más tarde porque intenté skypear con mis viejos pero con tanto hijo a los gritos encima fue netamente imposible. La carne le quedó perfecta a Diego, la mousse quedó como una nieve y fue muy agradable. Nosotros estábamos más pilas que los invitados, creo que porque tenemos poca vida social y ellos, mucha. Niños pesados. Agotadores. Igual, dormimos hasta las nueve. Bien ahí. Ahora leería los diarios si otra fuera la situación pero tanta queja alrededor me está quemando groso. Bebé molesto, no sabemos qué le pasa. Ahora traducen al japonés con el traductor del Dashboard. En la pavada total, para variar.
Ataque de mal humor.

Demasiado temprano para tanta demanda.

Por suerte hoy asado que no es en mi casa. Milagro.

Y no mucho más.

Semi pesadilla.

Así de sábado.

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