martes, 13 de octubre de 2009

ya me acordé

Por qué era tan infeliz cuando llegué a México. Claro, no conseguía a nadie que me ayudara y me desesperé. Estoy en el mismo lugar. Karina sí, limpia, sí, cocina espantosamente mal pero no, no se ocupa de los chicos, tiene menos onda que un renglón con los chicos y yo me quiero suicidar. ¡Necesito ayuda! ¿Entendés? Yo acá soy sola, no tengo back up e intento trabajar y además, no tengo voluntad de maternidad full time ni a ganchos. Estoy loca como una cabra, con ganas de llorar inminentes, con desesperación. No puedo creer que me esté pasando esto y además, me engañó. Me dijo que le encantaban los chicos. Yo soy semi obse con la casa pero lo que más me importa son los chicos, sabelo. Necesito ayuda sí o sí. Dios mío, ¿por qué? Pensé que este tema estaba completamente olvidado y volvió con toda la fuerza.

Por lo demás, nada. No pude trabajar en todo el día, cuando empecé a leer me quedé completamente dormida (también me había quedado dormida en el sauna). No sé si mala noche o baja presión. Agotamiento. Igual, creo que voy a ir a hacer la carne para un pastel. Angustia. También.

Que suceda un milagro. Porfas...

No hay comentarios.: