jueves, 21 de octubre de 2010

al borde de explotar

Ayer terminé el día así, loca. Pasada. Malhumorada. Después chatié con Flor y me cagué de risa. ¿Mi vida pasa por una ventanita del chat? En fin. Dormí mal. A las 4.30 mamila por llanto constante de bebé (que continua, no sé qué le pasa), a las 6.40 despertarse con Coco y convencerlo de que deje de leer en los recreos y juegue con los amigos. Hay un premio que dan para estimular la lectura, tienen que anotar en unas páginas cuánto leyeron y qué. Se quedó hasta las 9pm, agotado, terminando uno y ahora lee en lugar de jugar fut. No, macho, así no va. Socialicemos. Leés en casa, de noche, donde quieras pero en el colegio jugás. Yo era muy fan de todo lo que publicaba Robin Hood; de Puck, la huérfana de madre que vivía en un internado en Copenhague; de Anne la de la Isla. Leía mucho y todo el tiempo. Igual no era anacoreta como ahora, eso dijo mi madre de mí: antes no eras así. Oh no, me estoy volviendo un monstro, lo sé. Estoy en período: me odio. No puedo conmigo. Tampoco con Tita que hizo escándalo desde el minuto que la levanté. Por todo. Me agota. Con esas cosas lidio pésimo. En fin. Tuve que darle el auto a marido que sigue sin (vamos mes y medio o más) porque no había taxis así que me voy a cambiar y caminaré al club. Milo no para de llorar. La perfecta semana del orto.
Ah sí: quisiera irme YA a Bs As. No importa que los problemas ahí no se solucionen o se sumen más o ciertas cosas se hagan más patentes. Esta vida no la soporto más. Esa es la única realidad. Encima marido se va todo el finde. Vení y haceme el harakiri.
Bueno chicos. Tengo que caminar y estaré encerrada todo el día. Quiero llorar (ayer lloré todo el día por todo).
Así las cosas.

No hay comentarios.: