miércoles, 20 de octubre de 2010

mientras me fumo un ciga

Leo estos primeros versos de Tabacaria de Pessoa y pienso que me representan demasiado bien:
Não sou nada.
Nunca serei nada.
Não posso querer ser nada.
À parte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo.

Tuvimos junta en el colegio de Roberta, con nuestros looks impresentables. En el camino de vuelta, marido me dijo: esto es lo que más me gusta. No supe decifrar si era que le haga de chofer mientras lee el diario o compartir ese rato conmigo y los dos menores. Seguramente hablaba de ambas. Después nos peleamos un poco en la puerta de la oficina pero las discusiones maritales ya no me angustian. En el super, con Milo,  se me cayeron una lágrimas mientras metía aguacates en la bolsa y una señora se me acercaba a promocionar filetes de peixe congelado. Le contesté que compraba fresco y el pescadero de hecho me trajo el mero recién fileteado y lo dejó en el carro. Siempre alguien hace las cosas por mí, ya lo dije, es un problema. Y el problema de no ser nada. O sí. Ser algo con lo que no sabés cómo lidiar.  ¿Importa? Sí, importa. Estaba en la patinadora, bailando al ritmo de Smashing Pumpkings y llegó Pau. Nos pasamos a las elípticas, terminé haciendo una hora de aeróbico y después nos instalamos en el sauna. Un poco lo de siempre. No, un poco no, del todo. Aburre. En la ducha (me pasé a la primera porque la segunda no andaba bien y ahí me quedé como rutina) le dije que nací para ser talento, que era una pena que nadie se diera cuenta. Ya sabés: lo pienso de verdad. Ese es el problema real. Anoche, mientras marido miraba Breaking Bad (me angustia y me aburre) terminé Just kids y también se me escaparon unas lagrimitas. Hermoso libro, muy recomendable. Dan ganas de sacar fotos, siempre quise hacer retratos pero soy una persona muy impaciente y ya no fabrican películas de polaroid. Además, alguien nos robó la máquina. De a poco nos fueron saqueando y de realmente nos faltan muchas cosas. No sufrimos, a los objetos hay que dejarlos ir (igual desaparecieron la polaroid y la lomo, somos un desastre de distraídos).
Por lo demás: casi nada. El clima está impecable. Hermoso. Soleado. Agradable. Estreno uno de los vestidos que me compré, divino. Le tomé aversión a los jeans. Demasiados años de que sea la única prenda que me puse todos los días. Ya fue. Vestidos: bienvenidos a mi vida, los amo. Como dijo madre, la elegancia es tener estilo. Tiene mucha razón. En la cinta había una mina de unos sesenta largos, setenta, vestida con shorts y musculosa naranja y violeta y una remera cortada gris encima. Zapatillas con cordones amarillos, parecidas a las mías. A esa edad presumo que sólo voy a vestir de negro. En algún momento hay que rescatarse, todavía me no me llegó la hora (por suerte). A Pau también le dije algo que pensé ayer: el presente se impone de tal manera que hay situaciones que son difíciles de recontruir (del pasado). Ya ni me acuerdo de cómo era antes de que naciera Camilo. A la mañana me di cuenta de que es el hijo del que más estamos disfrutando. Cuando Simón tenía un año y medio yo estaba completamente de la cuc (muchísimo más que ahora, creeme), cuando Tita tenía esa edad trabajábamos mucho sacando adelante la empresa recién montada. Con este nos derretimos. Está bueno eso: la vida te da revancha. Espero que en todos los niveles (aunque en algunos planos perdí un poco las esperanzas: triste). Tomo capu frío pero me cae mal. Ahora ya no es sólo lo caliente, creo que también la leche me resulta indigesta. Basta aparato digestivo, dame un respiro.
El viernes, caminando por la Washington, entré a un local de tatuajes y pensé en hacerme uno, así, como un impulso. Por suerte me dijeron que el más chico salía 80 dólares y me desalentaron por completo. ¿Eighty? repetí. No lo podía creer. Después se me ocurrió que podría hacerme un pequeño signo de pregunta en la muñeca. No sé. La semana que viene acompañaré a la otra Paula a hacerse uno y veré si me dan ganas. También, y en honor al poema, podría hacerme un símbolo de vacío. Aunque ya fue: ya tengo un tatuaje, supongo que es suficiente.
En fin.
Eso. Nada más que eso.
Así las cosas.
Chaaaaaaatas.

3 comentarios:

miranda dijo...

yo tambien
solo vestidos y en verano ni hablar

rox dijo...

estas en canal a!!

Maggie dijo...

just kids es uno de los libros más lindos que leí en años. AÑOS. me hizo llorar y adorar a patti por siempre jamás.