viernes, 1 de octubre de 2010

Hulk

Se me saltó la cadena, me dejé ser, me monstrifiqué. Ah claro, así era yo. Hace un año que vivía en una farsa y ayer me acordé de cómo era la realidad y sabés qué: no está buena. Creo que era mejor antes, en la matriz, con esa excesiva buena onda cuasi melosa e inhumana. Hoy quiero romper todo, pegar patadas, salir corriendo. Implosionar. La tarde sola con los chicos, sola de toda soledad porque el contacto con humanos mayores es de escaso a nulo, porque la tarea y las liguitas y las clases y las peleas y la certeza de que yo, simplemente, no puedo con esto. Pozo. Ni siquiera era angustia, malhumor sí, un desasosiego, una desazón. El entender que eso es lo que hay. Después de babia. Sí sé pero no te lo digo. Un año. Uf. No pasó rápido eh. Fue intenso y un poco distinto y ahora todo volvió a ser como era entonces. Me di cuenta cuando sentí lo mismo que en el 2003. Como si me hubiera despertado. Hasta el sexo tuvo esa misma impronta. La otra, la de antes, la que no te puedo describir porque no hay palabras. La de marido persiguiéndome y yo fastidiada. La dinámica de siempre que parece que volvió para quedarse y el problema es que preferiríamos que no, es que lo del medio era mejor, mucho pero irreponible.
Cuando volvimos de buscar a Simi en piano, ya con las pequeñas compras y las liguitas con formas que se pusieron de moda y por una vez accedí a consumir, hice la lasaña (sosa de toda sosedad) mientras Milo lloraba y quería upa, los mayores se peleaban frente a la tele y Pau me contaba las últimas novedades vía skype (el bebé empieza a gritar HOLA HOLA a lo loco cada vez que ve la ventana abierta). Me río mucho. Es magia fue la frase de la semana. Después hice un guacamole que nos terminamos con marido antes de que llegara Xime con new boyfriend. Así que sacamos las pastitas de tomate y echalotes y los totopos para la botana. De postre: duraznos en almíbar con dulce de leche. Producción nula (perdón amiga, me agarraste en un día así, difficult). Igual creo que la pasamos super bien, amena la charla que fluía, nos reímos, los hombres se tomaron una botella de vino y yo comí muy de más. Antes había terminado de mirar Breaking Bads. Y pensaba que estaba volviendo a ser una persona (semi) normal. Creo que sólo por el hecho de que volvió a chuparme un huevo que todos me quieran. No, es imposible. ¿Por qué habría de suceder? 
Entonces dormí mal. Una noche eterna con despertadas y cambios de cama y diálogos y descanso relativo. Me levanté cruzada. Hiper. Hice camas, lavé platos de anoche, platos del desayuno y grité como una sacada aunque después pedí perdón por mail. No sé si es la geografía. Creo que es mi naturaleza fallada. Ponele. Esta maldita rentreé a la realidad. Espero a Dany. La voy a llamar. Necesito deporte y sauna. Y después comprar regalo de Pau y venir a cocinar porque tengo muchas madres múltiples que vienen a comer: Andrea y los gemelos, Graciana y el embarazo doble y después Ile con sus gemelas. Esperamos que Dany se digne a venir porque esto puede volverse una tragedia. Oh sí.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Reality bites.

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