viernes, 22 de octubre de 2010

la palabra de la semana es: brillar

Ah, sí, cuasi no salí. No hay aventuras, ni intercambios ni relatos externos. Porque los estímulos exógenos son casi nulos, oh oh. Termino de chatear con Pau, la amo. Amo a mis amigas. Soy medio torta en la amistad. Amo a mis amigos varones también, ojo. Pero las mujeres somos más jugosas. Sépanlo chicos. Las mujeres somos lo máximo. Debería estar cambiándome para ir al club. Veo el cielo desde la cama, zafa aunque no es como el porteño. Nada se le compara. Supongo que es la llanura. ¿Te dije que la planicie me pega mal? Las montañas, aprendí rápido, me cobijan y me sacan las angus existencial. ¿Yo parezco una loca de mierda? La otra vez pensaba, saliendo del vestuario, que aunque esté rayada o depre no necesariamente lo contagio. Soy enérgica. Ponele.
Entonces: hablamos del brillo. No, no brillo. ¿A quién carajo le brillaría encerrada en el suburbio? Le digo a Pau que quiero Bs As. Lo dije ayer en cinco ventanas de chat a la vez. El miércoles vino Gaby. Creo que la perspectiva chilaga y suburbana la desalentó para siempre. Yo tampoco entiendo cómo caí acá, eh. Pero ya ni me gasto en decir yo no era así. En definitiva, yo ahora soy así. Y el ahora se extendió muy de más. Diego MU sigue insistiendo con que somos jóvenes. No, jóvenes ya no somos. Lo de la futura promesa prescribió hace una década. ¿Qué sos? Madre. Soy madre, man. ¡SOY MADRE! Vení y cagame a palos. ¿Que qué quería ser? Bueh, estudié letras detestando la vida académica so...no tenía muy en claro nada. Soy la mantenida sin sueño. Mentira. Las esperanzas siempre están aunque ya sabés, el golpe de suerte parece que ya lo tuve. En fin. Marido terminó la segunda de Breaking Bad pero yo deserté. No es para mí. A duras penas terminé la primera de The Wire. Empecé las memorias de Ester Tusquets y me quedé hiper dormida. Marido está divine. Hay mucho amor. Aunque ya dije que no sé qué le pasa por esa cabecita rapada. Cuando me dice, abrazándome, hola preciosa pienso que hice todo bien.
Hoy pequeña cena at home (no, YA NO SALGO) y mañana se va todo el día, vuela a Guadalajara y vuelve el domingo a la mañana pero sale directo al venue. Hasta el lunes no le veremos.
Me voy al club. Engordé un kilo, chicos. Tengo el culo bastante poderoso. En Miami casi me pongo a llorar. Me vi cómo tengo la tetas (en general, no sé, no me fijo, no me miro demasiado) y fue terrible. Marido dice que hay una crema, quiere creer, lee en internet. Sí, man, inventen algo.
Al rato me encuentro con Luz en Polanco. Después de mis hijos y marido, el blog fue las mejores cosas de estos años. Aunque hay dudas, eh: puede que me juegue en contra.
Guys: así las cosas.
(Uh, Milo se volvió MUY chillón).

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