viernes, 28 de enero de 2011

la pluma es otra cosa

Uf, ahí estoy ao vivo, con mi terriblemente jewish voz y forma de hablar.

Estoy boleada, dormí una mini siesta después de que volvimos de comer. Era una parrilla rica y divine pero que tardan mil horas en servir, nos copa, fuimos a comer para el cumple de hermich. Soy una ameba. Antes habíamos paseado con padres por el Antara y marido buscó a los chicos en el cole y vino. Amo a marido, lo admiro y me parece genial aunque sea desconsiderado y egocéntrico. Creo que es una característica eminentemente masculina. Sigo lento con Miss Tacuarembó. No sé dónde tengo la cabeza, nunca sé. O sí. Igual: qué importa.

Padres se fueron con Tita a comprar un regalo, la hicieron feliz porque está en un ataque de celos inmanejables.

En la patinadora bailé sin control con Los Ramones y los Beastie Boys. Ayer a la tarde con padres llegamos a la conclusión de que Tita quiere ser como todas las amigas. Pienso: pobre. Madre dice que sus padres también eran "distintos" y ella lo padecía. Ellos fueron bastante parecidos al resto aunque, claro, yo tenía hermanas mayores de un matrimonio anterior en una época en la que no era lo normal. Me gustaría que mi hija pudiera sentirse bien pero no puedo dejar de ser un aparato para que sea feliz. Intento ser una madre dedicada, presente, voy a todo lo que tengo que ir en el colegio y le pongo garra, no sé qué más debería hacer. Somos lo que somos y acá desentonamos todavía más. Ni modo.

¿Ya dije que debería haber dedicado a alguna profesión liberal? Bueno: lo debería haber hecho. Ojalá mis hijos quieran ser ingenieros, abogados, médicos, economistas, arquitectos o algo por el style.

Íbamos a invitar a mis padres a Astrid y Gastón pero la reserva solo podía ser a las 8.30pm y marido está en scouting con Coco. Cambiamos para el Lampuga, menos rico menos glamour pero igual pescados y mariscos satisfactorios. Tengo que dejar de comer con urgencia: soy gorda.

Bueno, chicos.
Así las cosas.

1 comentario:

Amadeo dijo...

recomiendo un libro el ninio feliz de una psicologa de otras epocas pero no importa, es alucinante.