miércoles, 25 de febrero de 2009

con cosas y desorganizada

Habíamos quedado en desayunar con las dos Paulas y Lau. Hubo una baja y yo sólo pedí un delay. Roberta quiso ir igual a la escuela, a pesar de que la tos de perro no desaparece y que tiene una cara pálida y de enfermucha. El padre le preguntó y ella dijo que sí, entre los dos no hacemos uno. El tema es la lunchera de Kitty, claro, ayer a la mañana Diego se la dio, se la mandaba un amigo de él y es pura emoción, yo también quisiera ir a la escuela si tuviera algo así (claro que ella no tiene que llevar lunch por lo cual no tiene ningún sentido que la porte). Rogamos que no nos llamen. Ayer día largo, pasó Flor con Panchito de visita y me colgué y después tuve que salir corriendo con Tita al colegio de Simón para la entrevista con la directora y ahí papelerío y de ahí medio apurados al club y ahí me encontré con Pau y entonces capuchino y llegamos para que Simi hiciera su tarea sobre sheep y después descansaran un rato (y yo también) y cena y cuento y yo casi no pude trabajar y ahora pendiente y nunca tengo nada que hacer y de repente, el tiempo pareciera no alcanzar. Malísimo. Entonces, voy a leer unas páginas, concentradamente, voy a bañarme, encremarme, vestirme, ir a lo de Pau, después buscar niños, comer, ir al super y volver a trabajar. Entre tanto tengo que llenar papeles y pagar cosas y odio que febrero sea tan putamente corto. Y me salta el electro, de repente, no lo puedo evitar y pum. No soy yo cuando me enojo.

Por lo demás, una amiga embarazada en Buenos Aires (los treinti pegaron con todo), yo con mucho dolor de garganta y completamente gangosa y no mucho más.

Así las cosas. Miércoles.

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