lunes, 9 de febrero de 2009

tengo una tristeza

No sé bien a qué se debe. Puede que sea el vacío que queda después de tanta expectativa cumpleañera, el último festejo de esta parte del año. Puede que sea que mi marido se fue diez días de viaje y aunque mi madre se quede una semana a hacerme compañía (se lo super agradezco, de hecho se acaban de ir mi padre-que se va hoy a la noche- y ella a llevarlos a la escuela para ahorrarme una bajada) no puedo evitar la sensación. El cumple estuvo muy bien, con poca gente, previsiblemente sólo vino un niño de la escuela (gringo, con sus padres gringos, la madre un témpano, me dio fiaca darles charla) y nadie más, el resto: los amigos de siempre, algunas bajas por diferentes motivos pero todo dentro de lo esperado. A las siete se fueron los últimos invitados. La comida alcanzó justo, cuando a madre, padre y marido les dije que me parecía demasiado justa, se rieron de mí y dijeron que era una exagerada. Conclusión: no sobró NADA. Pero nada nada. Bah, un pedazo de pastel. Increíble. Claro que los primeros invitados cayeron a las doce y siete horas de gente comiendo es casi imposible de satisfacer. Pero estuvo bien, Roberta recibió muchísimos regalos, creo que estaba contenta, le pegó mil veces a la piñata, sopló las velas y saltó en el inflable. No hubo accidentes. Recién tuve que bañarla porque a la noche se negó y era una mugre.

Se abre el año, tengo esa sensación y me da vértigo. Me dormí con un poco de angustia, abrazando a mi cónyuge después de ver Hintch en la tele. A las cinco de la mañana me desperté y lo despedí, al rato vino el Coco a dormir conmigo y Tita también pero no le gustó estar en el medio y se volvió a su cama. Hoy tengo una llamada que hacer de trabajo. Hay gente muy buena onda y se lo mega agradezco. La generosidad y solidaridad es un bien preciado. Xime nos trajo unos pins de fieltros divinos, pueden verlos en su blog, está mega pilas y contenta y me alegra mucho. Sus brownies fueron un hit. Lau no pudo venir. De la familia llamaron sólo mi suegro y mi hermana. También mi hermana de Suiza pero no estábamos. Marian trajo su famosa e irresistible torta de coco y no quedó nada. Maia hizo un riquísimo budín de manzana que hacía recordar a mi abuela. Pau me prestó todos los manteles que tenía en su casa porque si no las mesas hubieran quedado peladas. Todos los regalos que le hicieron a la peque le encantaron, mil gracias amiguetas.

En fin. Perdonen la poca onda, además de la sensación extraña, tengo uno resfrío raro, lleno de mocos amarillos trabados en la garganta (con esta frase me aseguro que un montón de españoles lleguen a este blog, lo extraordinario es que lo abran). Esta semana debería resolver los pendientes de siempre, los que enumero desde que llegué y no logro resolver. Mi efectividad está mermando.

Así las cosas.

3 comentarios:

LA RUSI RELOADED dijo...

conste que te ofrecí llevar algo y te negaste rotundamente, la próxima no te hago caso y llevo no más...jaja. el cumple estuvo buenísimo mis peques lo requete disfrutaron! te quiero

JB dijo...

amiga! mil gracias por venir y por el regalo!! qué suerte que disfrutaron!!!! me super alegra y la verdad es que no se necesitaba nada más! bueno, eso pensábamos antes de el evento! gracias! y besos. nos vemos en la semana...

Anónimo dijo...

me lo re perdí! me da mucha pena, pero estos días son una verdadera locura para mí.
a ver si esta semana hacemos algo con silvi, si?
beso enorme!!
ll