jueves, 5 de febrero de 2009

pero entre tanto

Hago lo que tengo que hacer, y lo peor, lo disfruto. Fui a Chedraui una vez más, compré apio, la velita, crema, manzanas, tintura para el pelo, tiempo aire para Jose y me comí seis (sí, 6) pedazos de budín de chocolate que había para degustar, también me tomé uno de los café fríos que vienen embotellados y antes de salir me había manducado una banana y medio yogur. El tema es que cuando empiezo no paro porque si no se me ocurre, pasan horas sin que ingiera bocado. Soy una adicta. Tampoco soy de las personas que paran a tomar un café (no sólo ahora que no tomo, excepto por este al paso, nunca). La cuestión es que además pregunté en un localcito que hay de cosas de repostería por cursos de decoración de pasteles (ya sé, chicos, ya sé, pero hay que ocupar la mente) como para hacer las deformidades que hago siempre pero con un poco más de conocimiento de causa. Lástima que ya iban por la segunda clase y hasta marzo no empieza el próximo, buscaré otras opciones o esperaré. Después me fui a Waldos, nunca había ido y eso que descubrí mi lugar en el mundo. Cómo no se me había ocurrido antes, soy una gila. Compré tazas de San Valentín para las niñas y libros para pintar para los niños (los souvenirs del domingo). A mí me encanta la mística del día de los enamorados, no sé por qué no la percibo cursi ni nada, supongo que porque en verdad me pasa por el costado, jamás recibo regalo de ningún tipo y ni se me ocurriría esperarlo. Además, la combinación colorado y rosa me copa. Me fui feliz, eso sí, dudé. En general dudo mucho, sí, rarísimo. No debería pegarme la duda con la personalidad pero tengo una duda metódica que a veces resulta paralizante. Pienso todo millones de veces (sobre todo las compras y cuanto más baratas, más dudo, cuando son cosas carísimas pienso menos) y muchas me voy con las manos vacías por la indecisión. No esta vez, tardé pero no tenía apuro así que fue todo un éxito. Llegué y llamé al nuevo fundero (hace seis meses que estoy tratando de hacer las fundas de los sillones pero no encuentro el presupuesto ni el proveedor adecuado, ojalá que este sirva) pero no lo encontré, dejé mensaje. Con el carpintero vengo dando vueltas desde que llegué, ojalá fuera arquitecta para diseñar cosas bien pensadas, los chicos necesitan mueble con urgencia pero temo que no quede lo que imagino y/o necesitamos. Mi inutilidad me supera. Por lo demás, ninguna novedad. También necesito ir a que me hagan una placa de relajación nueva porque partí la que tenía, la uso igual, en dos partes, peor es seguir gastando mis maltratados dientes. No me pude comunicar con el lugar que buscaba. No ando de lo más efectiva. Mañana Costco con padres para terminar con el tema compras, este cumpleaños me está saliendo una fortuna, espero que la pequeña lo disfrute, yo tengo los mejores recuerdos de mis cumpleaños infantiles, mi madre se esforzaba mucho para que la pasara bien y creo que, increíblemente, logró dejar una buena marca. Yo intento hacer lo mismo. Ojalá funcione.

No sé si sentarme a tocar un rato el piano (me dieron ganas después de un año a pesar de que el pobre está completamente desafinado) o ponerme a leer.

Así las cosas.

No hay comentarios.: