viernes, 24 de junio de 2011

la pareja, pura intuición

Marido declara siempre que se casó conmigo por una intuición y yo, que un poco me ofendo y le hago show, igual lo entiendo. Es verdad: el amor es la intuición de pensar que podés armar algo con alguien. Y después es tener sentir que sos de ahí. Una de las pocas certezas que tengo en el mundo es que a la mañana quiero que marido me tire su humanidad encima y que cuando lo hace, siento que todo tiene un mínimo de sentido. Sé que no es poco.

Alguien me dijo hoy: don´t feel sorry about yourself y es un buen consejo que yo tengo muy en cuenta, intento siempre tener conciencia sobre mi realidad. Sólo que...en fin.

Después de dormir una breve siesta reparadora llegó Lau con tres chicos, hice unas galletas express, Lisa trajo a su hijo menor (había siete niños dando vueltas y extrañamente, me gusta), tomamos un té, hablamos justamente del amor, de los motivos por los que uno se casa mientras llovía copiosamente. Acabo de cortar con Domi, con quien hablo tres veces por día mínimo, me gusta nuestra relación teen, hace mucho que no tenía una...es esa sensación de tener a quien llamar. Le dije que me gusta que sea inteligente, me gusta la gente que entiende rápido y que, por sobre todas las cosas, tiene sentido común. Uno de los peores defectos que puede tener una persona, para mí, es la necedad. Ser incapaz de enteder la realidad ajena complica las relaciones.

Por lo demás: nada. Haremos pizza y miraremos peli, mi programa ultra prefe de todos los tiempos. Mañana tenemos un cumple infantil de campamento que seguramente esté pasado por agua. Milo se siente mal, se durmió en mis brazos y mis hijos hacen maratón de los Simpson. Deberían hacer otra cosa pero no tengo las pilas para generarlo. En la maternidad hago agua.

Bueno, chicos.

Así las cosas.

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