domingo, 12 de junio de 2011

yo no te pido felicidad, con estar tranquila me alcanza (casi me sobra)

Int. Sala de tele. Día.

Sí, día aunque terminando el domingo y el df se hace mucho cargo del mood. Está tan seco que empiezo a preocuparme ¿dónde están las lluvias? La seguidilla fue un cumple infantil el jueves en el que una madre me dijo que quería que sus hijas tuvieras "buenas relaciones" en la escuela (acá es algo MUY común, al parecer), a la noche el cumple de Flor del que ya conté que nos fuimos últimos, el viernes a la tarde me equivoqué y pensé que quedarme en casa iba a ser sinónimo de productividad pero lo fue de depresión. Bárbara no colaboró a mi buen estado de ánimo, más bien me lo terminó de destruir. El sábado largo asado en casa y despedida de Marian a la noche, borrachera continuada de marido y poco interés del mundo en un otro (o en mí, qué se yo). Hoy a la mañana marido se fue temprano al club y yo dormí interrumpida por los muchos niños que poblaban mi casa. A las once y cacho nos fuimos al club, estuve entregada a Milo, marido jugó otro partido, los varones se metieron mucho en las pelotas que usan en la pile, después Nico se fue y marido nadó con hijos, yo los miré desde afuera, nos bañamos con Tita, buscamos sobras de asado y cambiamos el programa de cine por encuentro del tipo familiar en lo de los A. Brindamos porque Manu ya es Lic (qué rapido todo, increíble, iba a la secundaria cuando nos conocimos), comimos de más, un vecino pilas y muy de bici se llevó a los chicos andando hasta un parque cercano del que se tiraban con casco por una pequeña barranca (Coco dejó de ser miedoso y se recontra copa con la aventura), nos tiramos a echar la hueva y ahora veremos una peli después de que los chicos se acuesten (esto de que oscurezca tarde no ayuda).

¿El mundo es tan angustiado? No lo sé, la angustia no es mensurable pero yo vivo en estado pseudo constante. También mañana empiezo dieta SÍ o SÍ porque me dejé ser y estoy rozando la obesidad.

Observando a un niño hoy a la mañana pensé en que la gente podría, grosso modo, dividirse en la que conecta y la que no. Claro que son categorías móviles y hay gente que conecta de a ratos pero hay gente que no conecta nunca. Yo soy socialmente muy conectada, casi demasiado, y en la intimidad soy escurridiza aunque no llego a ser inasible. (dejá vu repentino).  Mis hijos son mayormente conectados, también casi en excesos menos Tita que está más en su mundo.

Por lo demás: nada. Domingo. Hijos. Marido. No familia de origen. No vida intelectual. Mucha vida onírica que no da (soñar que le checás los mails a alguien es tirando a patetic) y calor.

Así las cosas.

No hay comentarios.: