sábado, 25 de junio de 2011

no se puede contar todo siempre

En realidad, la verdad no se cuenta nunca.

Me dolía mucho la garganta y la cabeza y me tiré a descansar. Marido mientras hacía pizzas y los chicos daban vueltas por ahí. Al final llegaron los A, comimos delicioso (marido cada vez está más genio), bebieron vino, Lau se emborrachó un poco, comimos mango con crema, hablamos de todo aquello que no hay que contar jamás (yo soy del tipo de persona que prefiere no saber), consumimos sustancias ilegales, marido se emborrachó con tequila, yo medio me enculé porque que se emborrache tres veces por semana me rompe un touch las pelotas, los chicos se fueron, marido y yo nos echamos un polvo muy largo y kinky, se despertó el bebé que se sentía mal y se había dormido a las 7pm, completamente molesto y desvelado. Me saqué fotos trasheras, le hice mamila al bebé, lo acosté al lado mío, leí Freud, vomitó tres veces, lo llevé otras tres veces a la cuna y me quedé al lado de él, marido dormía la mona roncando y ocupando toda la cama, después me fui al sillón a usar la compu y me lo acosté al lado y finalmente a las 3.30am se durmió y yo me fui a la cama. Marido me volvió a atacar a la mañana, acabo de comerme dos kekas con cebolla y aguacate y mi cuerpo pide piedad pero quisiera ir a hacer deporte antes del cumpleaños infantil de campamento en la loma del orto en el que nos vamos a mojar y todas cosas que preferimos no saber.

En fin.

Chicos.

Así las cosas.

1 comentario:

El búfalo de las Pampas dijo...

Diosa, la pasamos bárbaro, comimos rico, nos tomamos todo y la realidad es que nunca hay que contar mas de lo que el otro quiere escuchar!!!