jueves, 23 de junio de 2011

me tengo que ir ya

No puedo elaborar nada. Pensar pensar para que todo sea tan pedestre da un poco de vergüenza pero es lo que hay. Corro al endodoncista y después por ahí ya no vuelvo. Paso por lo de Domi.

Siento una liberación, una suerte de velo descorrido. Marido está de semi buenas. Un poco bestiún para mi gusto pero tal vez, después de 10 años, no puedo esperar otra cosa. Igual, si le bajamos un cacho a la intensidad, estaría bueno. El buen humor repentino se agradece. A pesar de la visa y esas mierdas de la vida real (que es lo menor, ya sabemos).

Y no mucho más, chicos. O sí. La cabeza siempre me da vueltas. ¿Qué onda el panorama político argentino? ¿Qué onda yo? ¿Mi futuro? Nada. O mucho.

En fin. Me voy.
Así las cosas.

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