jueves, 29 de julio de 2010

Diario de unas vacaciones cualquiera

Día 1

El avión llegó a las 6pm (la puntualidad es el leit motiv de Volaris). Supuestamente el rent a car nos esperaban con un letrero pero sabemos, puede fallar, y sobre todo si vivís en este país. Falló. Después de dar muchas vueltas por el aeropuerto nos tomamos una camioneta que nos dejó en Hertz. Tardamos un buen rato en obtener el Palio. Si alguna vez me quejo de mi coche, no lo permitan. Dar por sentado los elementos eléctricos es una snobeada total (después me acordé de mi neón hiper pistero y cancherísimo que casi casi andaba a cuerda y me di cuenta de que no fue hace taaaanto). Tardamos poco más de media hora en llegar desde Cancún. Marido trajo cables y cablecitos y adaptadores y discos duros y muchos otros gadget dignos de un geek. Así que escuchamos musica desde su ipod con un adaptador que jamás había visto. Una vez acá estuvimos 45 minutos intentando encontrar el lugar, en la página la dirección errada y la sensación creciente de que nos habían estafado y no existía (nadie atendía el tel), de que iba a ser el peor lugar del mundo y que las vacaciones fracasaban estrepitósamente desde el minuto uno. Pero no. Llegamos y el depto está buenísimo, dos cuartos en suite, una cocina integrada amplia, living comedor y una terraza con dos hamacas y dos mesas. Una pequeña tele e internet (ah bueno, la vista al mar te la debo pero hay unos árboles muy selváticos que son más que suficientes). Dejamos todo, nos cambiamos y salimos a caminar por la 5ta. Demás está decir que no tiene NADA que ver con el pueblito al que vine hace trece años. Ahora es una mega ciudad llena de gringos y con un centro más grande que el de Pinamar.
Marido se compró unos lentes de sol (a todo esto ya eran las 10pm) y en lugar de cenar, los de siempre se tomaron un helado en Haagen Dazs (los precios son cualquier cosa menos convenientes; no, son escandalosos) yo me iba a clavar un frapu de Starbucks pero me pareció un delirio primero y después ya habían cerrado. Volvimos. Los mayores se plancharon al toque, marido y yo intentamos empezar con la sexta de Lost en la compu pero él se quedó dormido a los diez minutos y Milo lloraba sin parar (había dormido una sola hora en todo el día). De hecho, no se durmió hasta la 1.30am cuando debo confesar sentí que (lo tenía en la king de nuestro cuarto) estaba rozando la locura. A las 7.30 am estaban todos arriba. Nos levantamos, ordené la ropa y bajamos a la playa. Contra todo pronóstico, había un sol alucinante. Éramos muy pocos en el mar a las 9am . Milo se metió por primera vez y los grandes nunca habían probado el Caribe. Copado. No tan caliente como lo recordaba pero divine. El bebé se entusiasmó grosso. Los otros, también. Todos contentos. Un rato estuve sola, sólo un rato porque tenemos muchos hijos. Nunca le tuve miedo al agua y como todos, de chica era imposible sacarme. Ahora sólo en los mares que no son demasiado fríos. A piletas prefiero no meterme. No soy una nadadora eximia pero la zafo con bastante elegancia. No nado regularmente porque 1. me aburre; 2. tengo la espalda ya naturalmente demasiado ancha como para empeorarla. Salí y me quedé con Milo a quien la arena le re contra cabe (bien, de hecho es el único lugar en el que no chilla ni quiere estar pegado a mi ser). A las 10.30 convencí a marido de que teníamos que ingerir algo porque seguíamos en ayunas. Pasamos por el restorán del hotel en el que nos corresponde el club de playa y como estaban levantando todo comimos algo al paso (con bastante poca dignidad, en realidad, parecíamos venidos de Biafra). De ahí bebé y yo nos vinimos a dormir la siesta. Bah, yo leí un rato y caí y Milo se desmayó al medio minuto. Así, dos horitas. Los demás nadaron en múltiples aguas. A eso de las 2 logramos arrancar al super. Compramos bastante generosamente como para no tener que depender de nada ni volver en breve. Pero falló. Llegamos a casa y nos habíamos olvidado los aguacates. Cualquiera. Así que salí en busca del aguacate deseado (además, a ventilarme porque el bebé está un toque intenso y demandante). Fueron dos cuadras en las que me gritaron de todo. Me reí. Hace años que no me gritan por la calle y menos en ropa tan veraniega. Digamos que para tres hijos soy semi digna pero bomba caribeña...no, para nada. Conseguí UN aguacate y volví a manducar el ceviche de camarao que hizo marido (delioso y un poco escaso porque marido se quiso hacer el frugal). El jugo de naranja aporta mucho acompañando tres tipo de ajies más cebolla morada.
Cuando logramos arrancar again eran casi las 6. El mar estaba fresquito. Me colgué completly alone. Plancha. Había pocos mexicanos pero muchos argentinos. Es raro. No sé bien por qué al local no le copa la Riviera Maya. Y no sé por qué a mi me molesta tanto argie alrededor.  El problema de veranear cuando son vacaciones de invierno en el sur. Un poco me angustia que marido se vaya lejos. Intento relajar y no digo nada. Después se fue a caminar. Mientras no está me cuesta un poco controlar a los tres. Me hubiera gustado venir con amigos. Me gusta veranear con amigos. Y hace mucho que no lo hacemos.
Volvimos y bañé hijos al hilo. Lo bueno del calor es que todo es fácil. Pensamos siempre en vivir en la playa. Seguramente no lo vayamos a hacer pero no creo que mis padres siquiera se lo hayan planteado. Tampoco creo que nunca les haya interesado, ahora que lo pienso.

Excurcus: hice ravioles, puse y saqué de la mesa, lavé platos. Todo lo que en casa me da fiaca acá fluye. Puede que sea lo incómodo de la cocina at home. Tengo una canción de Serú Giran en la cabeza pero no puedo acordarme cuál es. Busco en youtube.

Marido trabaja. Sí, trabaja. Ni modo. Un rato, a la noche, es lógico. La BB al menos no arde como otras vacaciones. Bueno,  me voy a fumar un ciga en la terraza y  leeré mientras marido escribe lo que tiene que escribir. Entramos en mente vacacional, no vale pensar ni deprimirse.

Si hay algo que AMO de este país son sus playas. La rockean posta.

Bueno, eso. Me voy a leer.
Así las cosas.
Pachorras.

4 comentarios:

Archienemiga dijo...

Ahhh! Sanisima (?) envidia!!!!! Las mejores vacaciones de mi vida en Playa del Carmen... tanto que en los diez dias solamente fuimos a Cozumel, Cancún de lejos nomás... pero qué playa, qué mar!!
Y si, en diciembre tambien LLENO de compatriotas x todos lados, y dp me entero que hasta gente de mi mini-pueblo para la misma fecha....

Disfrute Jules, paselo lindo....

LA RUSI RELOADED dijo...

no se olviden de ir a Puerto Morelos, a 30 km de Playa para el lado de Cancùn, y coman algo en Los Gauchos, frente a la Iglesia...lo van a re disfrutar! besis

majoono dijo...

Lo bueno del calor es que todo es fácil.
TAL CUAL JULIETA!!!!!!!!
Disfruta a pleno de ese calor , ese mar y esas playa, si pueden pasate por Tulum, te dejo un beso!

Maggie dijo...

que lo disfrutes!
y poneles factor 50+ cada hora o los niños se achicharran (y también vale para vos, si negra vas a volver igual, Bomba caribeña).

la playa la rockea, y nos olvidamos de esa alegría cercana tan a menudo.

beso desde el Mediterráneo (por ahora).