domingo, 4 de julio de 2010

en otro orden de cosas: women friendly

Mientras caminaba por la Roma y leía un mail de María (haberme regalado un iphone de parte de marido ha sido, realmente, un grave error) pensé que el 98% de los mails que recibo a partir del blog son de mujeres. De hecho, deben haber sido cinco los hombres que me escribieron en cinco años y medio. ¿Raro, no? Tengo amigas de la vida real que conocí vía blog. Mis amigos de la vida real anteriores en general no lo leen. De hecho, el viernes recibí un mail de mi amiga Ana. De Ana de la facu, no del colegio. Hace mucho que no nos vemos ni hablamos. Y me dijo que había entrado y también me dijo algo cierto y triste que me quedó dando vueltas: todos nos desmoronamos de vez en cuando. No es textual, seguramente, pero la palabra desmoronarse es hermosa. Terrible y hermosa. Y yo la hago performática.

También me pregunté: ¿tengo amigos hombres nuevos, míos solos, propios, desde que estoy casada?

Creo que no.
Por ende, todos mis amigos varones datan del siglo pasado.

Estoy todavía más defectuosa que de costumbre. Y encima: rayada, caída, enroscada, dolida, angustiada. Desmoronada.

Y es domingo. Y afuera llueve mucho, pero mucho mucho. Y el agua cayendo hace demasiado ruido. Y marido se fue a comprar unas cosas aunque son las nueve y veintiséis. Siento que la gente va dejando de quererme ¿será cierto? ¿espanto?

En fin.
Todo puede ser.
Entre tanto escucho una entrevista en la web a Romina Paula.
Así las cosas.

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