miércoles, 21 de julio de 2010

please, no le digas a nadie

Pero soy un monstri. Te confieso acá y sólo aca que no soy muy fana de irme de vacaciones, eh. Es como que se me activa la neurosis más todavía. La rutina, mi casa, la ayuda, etcétera me mantienen en cierto nivel que la falta de estructura (más tormentas diarias) me generan un desequilibrio. Pensé en que además de lectura, voy a llevar muchos marcadores y hojas blancas para que todos dibujemos. Me olvido de cuánto me relaja pintar con plumones de colores (puta, vengo del super y no compré block). Por otro lado, me estoy convirtiendo en algo horrible. A la mañana le dije a marido que si no me arreglaba la logística para ir al foro, bueno, no iba. Sí, soy lo menos. Hace dos años fue el show de estas dimensiones en Guadalajara. El famoso culpable del embarazo de Milo. Yo aún trabajaba en la productora. No extraño nada estar ahí. Nothing at all. Me alegra que marido haga cosas que le copan. Pero yo prefiero estar lejos. Ayer me llamó a las once, yo estuve pelotudeando en la compu después de pedirle a vecinos dos cigarrillos y un fondo de Coki que busqué en pantuflas, caminando sobre el suelo mojado por la lluvia que no da respiro. Cuando me acosté y mientras leía, sonó el teléfono. Manejaba en la neblina y le dije que por favor tuviera cuidado. Le dije te amo, desde lo más profundo de mi ser. Te amo. Es lindo eso. Decir te amo cuando lo sentís. Hace días que no lo veo. Ya es hora de que vuelva a casa y deje el hotel en la misma ciudad. Todavía no preparé equipaje. Tengo esta hueva existencial que estoy pensando si no será, en realidad, una infección asintomática. Hace unos años me pasó. Semanas de sentirme mal y al final una infección que podía tumbar a un caballo. No lo descarto. Pero iré a ver a Mario recién a mi vuelta. Por ahora, mucho sueño y dolor de cuerpo después de sólo 35 min de máquinas. No da. En fin, terminaré unas cosas, leeré y después comida acá on Domi y Gaby. Y no mucho más, chicos.
Así las cosas.
Sinceras.

No hay comentarios.: