martes, 20 de julio de 2010

uhhhhhhh

Está horrible. Y todos los días que estemos en la playa va a haber tormenta. Uf. Hueva, eh. Pero es uno de los riesgos de ir en esta época del año. Y lo tomamos igual. Pasearemos bajo la lluvia. Igual hace calor. Tengo poco para contar. Ayer estaba terminando de corregir una cosa y cayó Giorgio a traerme una BB, buena onda, porque vio que seguía incomunicada (ya tengo una línea en casa, por cierto). Hice unas kekas y al final nos quedamos dos horas charlando.

(Excursus, hora y media de taller).

Estuvo bien. Lo único que pensé hoy es por qué tengo que explicar por qué no me quiero operar las tetas. Casi no tengo, es verdad. Y después de amamantar tres hijos por más de ocho meses a cada uno, es obvio que son un desastre. Pero ¿qué? ¿Importa? Me gustan las marcas de la maternidad en el cuerpo. También me constituyen como lo que soy hoy. No me siento menos sexy ni deseable por no tener tetas. Alguien dijo alguna vez: es el biotipo. Y es verdad. Nunca tuve tetas, no las quiero tener artificialmente. La idea de dos bolsas adentro no me sienta para nada. Tampoco creo que haga a la cuestión.

¿La literatura me constituye como lo que soy? Supongo que sí. Ya lo dije: un poco me salva de la locura. Extraño Buenos Aires. Conceptualmente. El frío no, claro. En la playa va a haber tormenta todos los días. Fiaca. Pero bueno. Nos meteremos igual al mar un ratito. A sanarnos. Leeremos y miraremos pelis. La gracia de internet.

Y no mucho más. Hice media hora de elíptica y todavía estoy sucia. Tengo que leer. Tengo que reescribir. Tengo que pensar en qué vamos a llevar. Hago el equipaje con mucha anticipación.
En fin. Sorry la poca onda.
En este mood.

No hay comentarios.: