lunes, 20 de junio de 2011

ehhh

¿Dónde está la máquina que te hace no pensar? La re necesitaría. Ah sí: prozac. Nunca consumí pero por ahí está bueno.  Pero todo bien. La angustia va y viene, es escurridiza y a mí me gustaría perderla para siempre. En el sauna me di cuenta de que va a desaparecer cuando sea viejita y ya nada importe de verdad. Ojalá fuera antes.

Por lo demás, la comida del día del padre en lo de los otros A estuvo muy bien, comimos en exceso, tomé sangría muy por demás que me produjo un dolor de cabeza insoportable que me duró hasta hoy a la mañana. Había un madrileño muy adentrado en los 60 que vino con la madre de G a quien le mostré el orto sin querer, junto a todos los demás. Soy una impresentable. Marido se avergüenza de mí (estaba agarrando unos cigas que me tiraban desde el balcón del primer piso). Pero la realidad es que últimamente Madrid es una constante.

W prometió llevarme a andar en moto y believe it or not, es lo más divertido que tengo por delante en lo que queda del año (??). Ayer, mientras chivaba en la elíptica, en la tele pasaban una maratón femenina y justo vi los últimos 20 minutos. Me la pasé pensando en lo que sentirían las minas (muy musculosas ellas, yo gordi chanchi), en el esfuerzo, en sus vidas. No me soporto. Ganó una canadiense pelirroja que llegó tranquila, la segunda fue una inglesa y la tercera una gringa que se puso a llorar (parecía la más contenta, no pude dejar de pensar que seguramente no se lo esperaba y las otras dos sí) y a mí SE ME LLENARON LOS OJOS DE LÁGRIMAS. Sí, soy lo menos. Encima todo sin audio, yo con mi ipod y la tele en mute. En fin.

Como ya dije vimos Company man después de que yo vegetara un rato en la cama, intentando combatir la resaca en pijama, y me pegó raro pero bueh, no pasa nada. Vengo pensando en el sufrimiento hace días. Sí: pienso mucho. No me sale nada distinto aunque lo intente. En lo fuerte que hay que ser en la vida, en el peso de ciertas realidades, en la labilidad, las decisiones, la soledad de los otros, la distancia y esos etcéteras malísimos que no llevan a nada. La conclusión es la de siempre: carpe diem que esto se termina.

Bueno, chicos, este canto a la alegría aun con dolor de cabeza por los taninos, como bien dijo W, se pone a laburar.

Así la vida.

1 comentario:

libre dijo...

tengo ese problema que enuncias: necesitaria la maquina de no pensar, porque cuanto mas lucida estas mas vas a sufrir, pero...ni modo.