martes, 17 de agosto de 2010

9

¿Qué puedo tener nuevo para decir? Pasaron 9 años. 9 largos, sinuosos, complejos, amables, amorosos, felices, infelices, duros y todos los etcéteras que te puedas imaginar.

Al mediodía del 17 nos casamos por civil y al día siguiente en la fiesta debe haber habido 300 personas. No me acuerdo nada, sólo que entramos bailando una canción de Belle & Sebastian y que Drole era el dj (demasiado moderno). Nos fuimos temprano, yo lo único que quería era dormir. Las chicas nos regalaron noche de bodas en las suites de Marcelo T de Alvear, no sé ni siquiera si garchamos. Al día siguiente Diego se dio un baño de inmersión solo (yo estaba embarazuta y todo me sentaba para el orto) y después vimos un documental sobre un avión secuestrado. Mis amigos se quedaron hasta super tarde, todos borrachos y con kilombos con los novios. Tenía 23 jóvencísimos años. Pienso que a la luz de los hechos se ve que no hice mal. Si nunca había pensado en casarme y tener hijos la realidad es que si lo hice fue sólo porque: estaba enamorada.

(¿como le explicás a alguien que no te conoce de antes que parecías la última candidata a armar una familia? ¿que hasta hacía un año llorabas porque te parecía que jamás nadie te iba a querer, que la pareja estable y la monogamia no era parte de tu naturaleza y que tenías muy decidido -posta- que no querías tener hijos porque no era para vos firmar un contrato ad eternum?)

Ayer le dije a marido que nunca pensé en tener todo lo que tengo y se lo dije a todo nivel.
Hay muchas cosas que me perdí por armar una familia de tan joven.
Hay muchas cosas que me perdí por ser demasiado neurótica.
Ahora soy una mina grande, casada hace 9 años, con tres hijos. Y el tiempo parece haber volado. A veces. Otras no tanto.

Y acá seguimos, juntos, queriéndonos a pesar de todo. Me gusta que sea así. Me gusta la trascendecia de la relación, ser una unidad. Un todo propio.

Y lo que no dije: ya no sé quién soy sin él. Siento más que nunca que estamos fusionados, que nos imbrincamos de tal manera que ya no podemos distinguir qué viene de quién. Y no porque seamos una pareja melosa o falta de personalidad (espero que nadie piense eso porque me mato) sino porque la convivencia lo hace ineludible.

Lo más increíble de todo: hay amor. Como siempre.

En fin. Supongo que iremos a cenar, no sé, no pensé nada. Estoy a dieta lo que no resulta demasiado compatible con un gran programa (Xime dice que una llega hasta el miércoles, que ahí empezás a preguntarte para qué tanto esfuerzo si así estás bien...veremos si logro exorcizar la maldición y que la voluntad sea más).

Me voy al gym. Marido se pasó finalmente 1hora 40 intentando que viéramos la peli y no lo logró. Terminó malhumorándome. Leí un rato de La pasión según G.H.  No es el tipo de literatura que me interpela y recordé por qué no me tienta leer a CL. Oh, sí, lamento hacer esta confesión y ser sacrílega. Toda una generación que piensa lo contrario. Entiendo por qué está lleno de mujeres a las que sí les copa, entiendo sus intertextos y su virtuosidad pero como con las personas, con la literatura me siento más cerca de los hilvanes, los desvíos, las tramas y demases que de cualquier otra cosa.

Después depi defi y después laburo.

Mi vida: este mar de emociones fuertes.

Bueno chicos, así las cosas eh.
Perdurables.

2 comentarios:

perica dijo...

ja, asi las cosas...perdurables jajaj

me senti bastante identificada con tu post. voy 5 años simil. eso si, cada tanto me cogeria a otro. ay monogamia monogamia

Morocha dijo...

A pesar de las complicaciones y todos los pesares, soy totalmente pro vida en pareja, familia, hijos. Totalmente.

Ah, y quedate tranqui Juli, por lo que se ve, lo que menos le falta a tu pareja, o a vos, o a tu marido es personalidad.

Felíz aniversario!!!