jueves, 19 de agosto de 2010

paso y sigo

Uf, aunque esté de acá para allá la cabeza no me para.
Cambiaron los uniformes pero no encontré la chequera, mañana irá un mensajero. Recogimos los útiles que ya vienen con los nombres, todos y cada uno. Los libros no se pueden pagar con débito así que mañana también los traerá alguien más. La dermatóloga le quemó las verrugas a Coco y me deshizo de una colonia infame de granos que me salió vaya uno a saber por qué. Dice que puede ser un desajuste hormonal, veremos con el ginecólogo. Saltar de médico en médico, hueva atroz. Me dice que me va a dar una bata para revisarme los lunares y yo le digo que no se moleste, que la desnudez me causa cero problemas. ¿Cuándo me volví impúdica del todo? No lo sé. Creo que fueron los partos. La situación más alucinante e indigna que conozco. ¿Yo siempre fui así? Creo que no. Ahora, este simple exceso de personalidad. Real. Tanto en la vida como en el blog. Pero con eso, papá, no se lucra. Y yo sigo buscando.
Tengo que laburar. Hacer el pastel de zanahoria para llevar a lo de Domi, comprar el regalo.
Hijo mayor se avergüenza porque canto en público. Canto cuando estoy contenta o para entretenerlos o para calmarlos. Canto las canciones que mi madre me cantaba de chica y cada vez que aparece una nueva es un hallazgo alegrador. A veces me pide que me calle y le hago caso. Me da pena pero lo respeto. También, lo sabemos, bailo. Ahora me acordé de Mambrú se fue a la guerra y la de la pájara pinta. Me copan. Y a ellos también. Un repertorio clásico. La única que dejo afuera es la del enamorado y la muerte, es un romance español anónimo con música de no sé quién. Hermoso pero demasiado triste, tal vez mi madre debería no haberlo cantado. Entonces, la elido.

Me gusta cuando la vida no alcanza. Disfruto de que mis hijos sean grandes y puedan conversar. De caminar por la calle, tomarme un capuchino frío y comprarles una galleta de naranja porque hijo se comportó heroicamente ante el nitrógeno frío. Llamó la maestra de Roberta, Suzy, que sólo habla inglés, veremos cómo se las apaña. Simón tiene a Mr Andrew de maestro y el camión lo pasa a buscar 6.50am. Vos, ¿me estás jodiendo? Antes pasaban a las 7.05. No pienso mover el horario de levantada porque siempre nos sobra el tiempo. Pero qué delirio. Es tan claro que no nací para esto. Si sólo tuviera algún talento...bueno, es obvio que todo hubiera sido distinto.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Vívidas.

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