Uf, marido me trajo compu de escritorio, una imac con cuyo teclado me estaría llevando pésimo. Estuve todo el día pensando cosas y ahora, bueno, ahora me da fiaca escribir. Es tarde para mí relación con blogger, somos diurnos. Hice 45 min de patinadora y no me bañié, no es buen signo. Soy sucia. Ahora, claro, en general soy obsesivamente limpia. Decime que me extrañaste, que vale la pena mi asiduidad. Pensé mucho en mi psi hoy, en que todo lo personal que te cuentan tiene un valor, uno lo escucha de una manera y después pensás y cobra otro sentido. Tengo pocas ganas en general. Pero al menos me puse las pilas gastronómicamente hablando. Con poco trabajo (nada) aprovecho y soy una mejor ama de casa. O al menos lo intento. Tardo mucho en el super, compro productos naturales, sin conservantes ni aditamentos. Lo peor que compro es Coca Light (con eso no transijo). El resto, fruta, verdura, baguette, quesos, carnes varias, lenguado que pedí me fileteen. Hicimos una carne al horno con aceite de oliva y romero. Había calabaza, no es anco, no es particularmente rica pero me da una felicidad inusitada. Leí CL, hice pastel de zanahoria (esta vez quedó genial, con amor las cosas salen bien), la harina de arroz es un hit. Diluvió. El resto de la familia (excepto bebé) juega a la wii. Después de llantos y quejas varias. Me sorprendo del poder de tuiter. Me parece increíble. Quiero que mi hermano (@diegoblif) se convierta en el tuitero más famoso. Yo, por mi parte, no quiero nada. Uh, arriba gritos y llantos. Bajón. La vida familiar puede ser muy complicada. Demasiado. En fin. Estoy cansada. Los dejo acá.

Será hasta mañana.

Así las cosas.