domingo, 29 de agosto de 2010

Pensamiento recurrente, sintagmas que se imponen una y otra vez + hijos que reclaman, gritan, se pelean, piden (ahora Camilo me saca el cable de energía, todo es una lucha en esta casa). Marido lee diarios en su Ipad, Tita juega a algo en la compu y Simón y su amigo juegan a la wii. Ayer potrearon tanto que no me importa un poco de alienación digital por unas horas. Mucho parque, mucha bici, mucho vecino. Mientras, pienso en los que se cayeron del lado oscuro de la fuerza y lo distingo de la locura pura y dura, la del agujero negro que te chupa contra tu voluntad y te vapulea contra sus bordes. Diría que yo soy un poco más Rainbow Bright aunque las arenas movedizas me rodeen. Concluyo: mantengamos a los Drath Vader lo más lejos posible, luchar contra su energía desgasta.

Por lo demás, ayer fue un día considerablemente bueno. Marido le hizo unos fideos a los niños, nosotros picamos algo y vimos The informant (score setentero y foto muy buena), bien, normal, típica.

Siempre digo que Camilo está espléndido desde la operación lo que es bastante cierto. Pero el sueño se le alteró. No quiere quedarse solo en la cuna (lo que sucedía desde que nació) por lo que me tiro sobre la alfombra, al lado, recostada sobre mi lado derecho, con las piernas flexionadas, la cabeza apoyada en el brazo estirado y la mano izquierda acariciándolo por entre los barrotes. Una vez que se duerme, me arrastro hasta la puerta. A la hora de la siesta y a la noche.
A las 3am se despertó llorando y con las sábanas empapadas. Hice un arreglo rápido, muy dormida y lo volví a dejar pero a las 6 estaba completamente despabilado. Me lo llevé a la cama y fue, como siempre, un sufrimiento: me empuja, me tira del pelo, quiere bajarse de la cama (las advertencias freudianas sobre estos tópicos me chupan un huevo hace rato). Le pedí a marido que le hiciera una mamila y lo llevara a la cuna nuevamente. No sé a qué hora sus hermanos lo rescataron. Nosotros logramos mover recién a las 10.
Marido hizo desayuno con huevos, papa hash y quesadillas y después lavó los platos (porque yo hice un comentario tipo la próxima vez preguntame si quiero lavar todo...soy insopor y él es bueno, sí). Ahora me toca hacer la mamila a mí. Sentís que el domingo no te alcanza para tanto diario. No sé qué haremos. Tal vez algún museo. Me dan ganas de salir al sol.  Después creo que merienda en lo de Ile. Si estuviera en Buenos Aires, hubiera querido dejarle los chicos a mis padres y salir con marido a desayunar al aire libre y leer diarios impresos. Ahora ellos se están yendo a Puerto Madero a comer con el kinder y Ela.
Uh, hijo menor chilla con toda su fuerza pulmonar.
En fin.
Que la fuerza te acompañe.
Así las cosas.

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