viernes, 27 de agosto de 2010

ay, qué boba

Me fui a dormir pensando eso de mí. Y me levanté con el mismo sentimiento. Soy tan tan boba en algunas circunstancias. ¿Por qué? Sería la pregunta. ¿Por qué le tiro la buena a gente de la cual no recibo nada? No lo entiendo. No me entiendo. Además, es nuevo. Creo que hasta este año al menos no era tan extremo. Rescatate, nena. De una buena vez. Generar y después pensar que no da, movimiento pendular de distracción. Claro. Distraerse. En fin.

Cenamos. Bah, Diego se hizo el pescado rico que le compré el miércoles con budín de calabacita y yo me clavé mi pan árabe tostado con queso. Había comido mucho en lo de Pau, en exceso, podría haberme salteado la cena. Ahora gym. Work. Y después no sé bien. Simón invitó a un amigo pero la madre no me contestó el mail. Hay un cumple en Piccolo Mondo y todo así. A la noche marido quiere que vayamos a cenar con conocido que vino de...no sé, algún estado de US. Marido se me tiró encima después de meses de que no sucediera. Pensar que antes la dinámica era siempre así.

En fin. Not much, eh.
Así las cosas.
Estancadas.

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