martes, 10 de noviembre de 2009

el cielo diáfano...

Celeste. Ultra celeste. Increíble. Debe hacer frío, no sé. Después de la clase de spinning quedo con una temperatura extraña. Y después del sauna, ni te cuento.

No tengo nada para decir. Pensé cosas que me olvidé.

La madera combinada con el calor seco me calma groso. Me hace poner zen. Aunque, una incomodidad no me abandona hace días, creo que es la falta de actividad total. Soy una ameba sin vergüenza. El viernes es el quinto aniversario de nuestra llegada, también se casa un amigo. Pensé en escribirle un mail comentándole la coincidencia de aniversarios. Seguramente lo haga.

A veces me pongo a pensar que no soy muy normal. No, no es que sea ni inteligente, ni canchera, ni nada de eso. Es simplemente que no hago las cosas como parece que la gente las suele hacer, ni digo lo que tengo que decir...Y no, no es a propósito necesariamente. Creeme que a veces ser average es mucho más fácil. Bueno, me imagino.

Así las cosas. Medio chatas y llovidas.

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