lunes, 30 de noviembre de 2009

las identificaciones

Terminamos de ver Mad Men. Increíblemente se generó una tensión entre nosotros dos. Él comprensivo con Don y yo, que nunca la soporté, del lado de Betts. Te da pena y esperanza a la vez y eso es raro. No me podía dormir después, había estado en la cama hasta las 1.30 pm del domingo, habíamos visto el partido, desayunado abundantemente y luego me volví a la cama y Diego se quedó con los chicos. Además, el pensamiento recurrente que no me dejaba en paz, ni un resquicio para el sueño. Cuando finalmente caí, el bebé se despertó 25 veces. No sé si son los dientes, la panza o qué pero fue agotador. Estoy arruinada. No me levanté con ninguno de los chicos y ni siquiera pude seguir durmiendo. Me vine al club, me metí en el vapor, en el sauna y después ducha y ahora desayuno acá. Trabajaré un rato y después buscaré al bebé para ir por Tita al colegio. Me siento una adolescente, entusiasmada con el viaje.

Y no mucho más. No tengo mucho resto para pensar. El findex tranquilo, auto nuevo de mi marido, comida en lo de amigos, todo muy familiar. Y mucho Mad Men.

Así las cosas.
Tiempo de descuento.

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