lunes, 23 de noviembre de 2009

tengo un montón de ideas, preguntas, asuntos agolpándose en mi cabeza

Y por alguna extraña razón, no los dejo ser. O sí, demasiado. Y estoy quemada. No sé.

¿Qué nos hace mejores o peores candidatos, amorosamente hablando, después de los 30?

¿Por qué el país está tan hecho mierda?

¿Por qué cogemos tan poco?

Mi casa se cae, literalmente, a pedazos y yo no hago nada por remediarlo. Tiré la toalla, me quiero mudar. Estoy en tiempo de descuento. Buenos Aires. El costo emocional de los viajes allá es muy alto pero más alto es el costo de no ir. Extraño.

El sábado nos pasamos el día en la fiesta infantil. Había un trencito adentro del salón, dos inflables, animadores y un show. Un puesto de quesadillas y tacos. Comí muchos más tacos de lo confesable. Diego se sintió muy mal toda la tarde y cuando llegamos, con una frazadita de princesas Tita y una de Cars, Simón, resultó que tenía 39.4 lo que para un hombre de 39 años es un despropósito. Una madre de nuestra mesa había estado dos semanas internada con influenza y sus hijas mellizas, un mes en lo de los padres. Es decir, el dolor de cuerpo, de cabeza y la fiebre, resultaron terriblemente desalentadoras. Me asusté, quise llorar, me pregunté por qué mierda vivimos acá lejos de todos y me di cuenta de que no tengo mucha gente alrededor a quien pedirle favores. Claro, no está Pau. Finalmente llamé al seguro y mandaron un médico y resultó que tenía una infección faríngea y que tomando amoxicilina está mucho mejor, le duele la garganta pero nada que pase a mayores. Miramos muchos capítulos de Mad Men temporanda 3. Ayer sólo salimos para ir a Costco- el imperio de los big packs y la comida procesada- pero sólo compramos queso, azúcar, pan y pañales. Tengo una guerra personal contra la comida procesada. La detesto. Antes había hecho una boloñesa y una salsa de hongos y cuando volvimos, herví una pasta. Es muy cansador tener tres hijos sin familia alrededor. Fuimos completamente autárquicos, socialmente hablando, este fin de semana.
Me quedan sólo dos capítulo de Sex & the city y se termina. Tiempo de empezar a ser productiva, tal vez. Por lo pronto, hice una hora de aeróbico (patinadora y elíptica) mientras escuchaba mi muy demodé temas del ipod, leía el diario y twitteaba vía iphone y me miraba de perfil al espejo pensando por qué tengo tan poco voluntad de hacer dieta y soy gorda como cuando era joven. Después, sauna y aquí estoy, por ponerme a trabajar, ver qué vamos a comer y deseando mirar más series porque me evito pensar.

Y así, así se va pasando noviembre y falta poco para diciembre y después empezará otro año y mejor que me haga una wish list y la ponga en práctica porque estos dos últimos dos meses fueron un desastre.

Así las cosas.
Estancadas.

1 comentario:

LA RUSI RELOADED dijo...

para mi, ser candidata amorosamente hablando, es directamente proporcional con el grado de hinchapelotez del candidato..