jueves, 26 de noviembre de 2009

hace frío y no estoy para nada lejos de casa. ¿o sí?

Con la compu en el club, trabajando en algo que me re divierte pero me estresa por el deadline y por la poca respuesta de la gente. ¿Es taaaaan difícil? Yo, evidentemente, soy muy buena onda y tengo tiempo. Dejé a Tita llorando en casa porque quería venir, le prometí peli y un dulce pero no se calmó, gritaba como una condenada. Milo también se quedó. Ya puede comer muchas más cosas, engordó poco y ya le están asomando los dientes (los dos de abajo, como corresponde). En un ratito me voy con Simi a su clase abierta de piano. Me la paso viéndolos en sus diversas actividades. ¿Me convierte esto en una buena madre? ¿Lo recordarán en el futuro? ¿Por qué hacemos estas cosas, por ellos o por nosotras?

Tengo puesta la campera tipo frazada que me regaló Fer hace años. El frío es muy desalentador. Esta noche tenemos programa, hubiera querido cocinar y recibir pero no me dan los tiempos. Muchas cosas de repente. Del Potro juega en el televisor, justo encima mío. Se ve mal y no me puedo concentrar. Soy multitasking pero no tanto.

Y no mucho más eh. Saltando de una cosa a la otra, intentando hacerlo lo mejor posible.
Ah sí, a Milo el pollito que se comió con la espinaca, le copó. Y aunque en Argentina ya no se dan lácteos antes del año, acá sí por lo cual, de postre, se clavó un yogur entero. Pochito morfoni resultó.

Así las cosas.
Atareadas.

No hay comentarios.: