viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Qué pretendo?

Mientras sufría el embotellamiento con mis dos hijos menores atrás, tuve una epifanía.

Me pasé toda la carrera pensando en cualquier cosa. Básicamente, a quién me quería garchar.

Claro, así terminé: preñada a los 23.

No hay a quién pedirle el libro de quejas.

2 comentarios:

ww dijo...

Todas teniamos el mismo interes, casi todas quedamos preniadas, y la gran mayoria aborto.

Besos.
Wanda

JB dijo...

entonces el problema vocacional es consecuencia de haberlo tenido?

mmmno sé.

como el problema vocacional seguía, tuve más hijos.

y acá estoy con un prole enorme y más inútil que nunca.