viernes, 6 de noviembre de 2009

un mal día

Tuve una semana agotadora. No trabajé nada. Me estresé por pavadas y me cansé de manejar en el fuckin tráfico del df. Peor que nunca. Me comí todos los atasques de la ciudad. Dios mío, cualquiera se vuelve loco en estas circunstancias. Y yo que me creí zen por un par de horas. Y yo que creí por un rato en la trascendencia y la poca importancia de ciertas cosas. Mentira. Caigo en la miseria con demasiada facilidad. Y todo por la superpoblación automotriz de la ciudad que habito. Un bleff.

Mi marido me tira malas noticias cuando lo llamo. Ni modo. La vida. Plata. Cosas que van y vienen pero igual no dan.
Hoy le dije a Pau que yo considero que tengo buen karma. No sé si esto existe.
Igual, todo bien. Al rato cumple. La dieta me pone de mal humor, claro. Y el cansancio, ni te cuento.

Odio que llegue fin de años. Encima que llegue tan rápido. Odio que la gente considere que tiene que salir.

Bueh. En fin.
Así de arruinadas las cosas.

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