miércoles, 7 de septiembre de 2011

de cómo cambiar la perspectiva y el amor

Quiero colgar una foto pero blogger no me deja. Es una foto genial de marido, imperdible. Espero que me deje al rato. Ayer, después de darme pena durante unas cuantas horas, decidí activar y empecé por los baños. Regalé y tiré una cantidad gigante de cosas. Cuando ataqué los juguetes de los chicos me di cuenta de que hacía poco había hecho una razzia impiadosa y ya no tenía qué regalar. Mejor. Igual me faltan quinientas cosas y eso me pega pésimo: en nuestra propia dimensión desconocida hay un mundo de objetos perdidos que incluye una bolsa de dormir, ropa (mucha), juguetes, etcétera. Hubiera querido hacer más cosas pero la contractura me tenía al borde del llanto constante. Eso y llevar y traer a los chicos de tenis. Primero a los dos juntos, después buscar a Tita y una hora más tarde a Coco. Marido llegó temprano y trasladó toda la biblioteca. Creo que nunca vi libros tan sucios en mi vida. Pasamos todos menos los de mi cuarto. Después alimentamos niños, hicimos con Luzma el lunch para el after de hoy, lidiamos con Milo a quien toda la movida lo puso muy nervioso y comimos quesos y milanesa cortadita con la arqui, que cree que no se puede creer el nivel de personajes con el que se cruzó.

Entonces, decidí tomarme esto como un aventura. Sí. Me mudo a una casa a 100mtrs de la mía, enorme, luminosa, no tengo que cambiar las rutinas, sigo en la plazuela, no puedo quejarme. Y la casa va a quedar espectacular. Estoy contenta porque pensé que no iba a saber qué quería pero no, gratísima sorpresa se me ocurrieron un montón de ideas y con marido nos pusimos de acuerdo en todo con una facilidad impensada. Así que me tomo todo con este positivismo cuasi repugnante. Sigo estresada, obviamente, las mudanzas son terribles pero bueno, marido viene hoy temprano, mañana hacemos la mudanza, dormimos ahí y el viernes se va a Bs As por una semana. Medio malísimo pero es lo que hay.

Antes de dormir marido me hizo desfile primero con los anteojos y la vincha (sigo sin poder postear la foto), después con una cadena de plata con una cruz (que no me causó nada de gracia), al rato sacó unas esposas y las levantó procaz y después se me acercó con un reloj diciendo lo divino que era y que por favor me lo probara cosa que por supuesto no hice porque hace quince años que no uso reloj y no me interesa probarme uno que ni siquiera me gusta. Ahora dejó su colección en el baño, desplegada, no sé bien para qué.

Bueno, tengo que arrancar. Comer papaya con café no estaría siendo recomendable para mi aparato digestivo. Voy a llevar al pibito a la guardería y voy a pasar por el club aunque sea a bañarme. Después vienen Lupita y Laura para hacer comando mudanza, la perspectiva de la ayuda me alivia un poco (igual me desperté a las 5am y no dormí más).

En fin chicos, nadie puede acusarme de que no le estoy poniendo pilas a la vida! Desocupadísima y todo.

Así las cosich.

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